Los exconsellers de economía Antoni Castells (PSC) y Andreu Mas-Colell (CiU), la periodista Pilar Rahola y el cantante de Txarango, Alguer Miquel, y son algunos de los nombres que, según ha adelantado El Món a Rac1, conformarán una nueva plataforma transversal que Òmnium Cultural activará este martes por la mañana.

La plataforma también incluirá nombres como la actriz Clara Segura y la política Dolors Camats (ICV). La intención es integrar personalidades independentistas y no independentistas y tiene como objetivo denunciar de manera cívica y transversal la causa general contra la democracia.

Òmnium Cultural presentará esta mañana en el convento de Sant Agustí de Barcelona esta nueva iniciativa de la sociedad civil delante el situación política actual.

En defensa de la democracia, no pasarán

En paralelo, el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart -encarcelado en Lledoners-, ha publicado un artículo en La Vanguardia dónde hace un llamamiento a responder a la nueva iniciativa ante el juicio contra el 1 de octubre, que asegura que no es "no es ni una causa individual ni una causa independentista, sino que es un juicio a la democracia, y a los derechos y las libertades fundamentales de todos los catalanes, pero también españoles y europeos".

En el artículo bajo el título 'En la defensa de la democracia, ¡no pasarán'!, Cuixart considera que se mantiene inalterable la demanda mayoritaria y permanente de la ciudadanía de Catalunya para resolver en las urnas el conflicto político. Y cita una encuesta de 'La Vanguardia' que apuntaba que el 80% de los catalanes rechaza la situación de prisión preventiva de los líderes independentistas.

Cuixart lamenta que el Estado condene el grito de 'No pasarán', emblema de la lucha contra el fascismo, y apunta que los presos antifranquistas resistieron en condiciones mucho más adversas que las suyas. Por estos motivos, cree que no tienen derecho a desfallecer ni a renunciar. "Más de 40 años después de la muerte de Franco, si no revertimos esta situación, las generaciones futuras heredarán este déficit democrático", argumenta.

Por todos estos motivos, Cuixart defiende que no se pueden quedar "impasibles" ante "el abuso de poder" y apela a una respuesta que exprese el sentimiento mayoritario de la sociedad catalana que rechaza este "juicio" a la democracia".

Una respuesta que se tiene que articular desde el "mínimo común denominador" que en la Europa del siglo XXI poner en la prisión la disidencia como hacía el franquismo "no tiene ningún tipo de recorrido ni de sentido". Y desde la convicción, añade, que "nunca se renunciará a defender la discrepancia, la empatía y el diálogo sincero sin condiciones".