Las constantes discrepancias en el Govern con la mesa de diálogo han desembocado en una crisis interna cuando Junts se ha negado a participar en la reunión con el Ejecutivo español, después de que el presidente Pere Aragonès rechazas sus representantes en la mesa, ya que la mayoría no formaban parte del Gobierno. Todo ha hecho saltar las alarmas en el movimiento independentista. El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, ha advertido este miércoles que el independentismo "sigue dividido sin saber cuál es el rumbo que tiene que tomar".

Mauri ha reclamado a las formaciones independentistas "unidad" y una "estrategia trabajada y consensuada". Para el vicepresidente de Òmnium el consenso tiene que ser la base para "avanzar conjuntamente hacia el futuro del país". La estrategia conjunta que exige "se tiene que materializar en acción política", según Mauri.

 

Judicialización constante

El vicepresidente de Òmnium ha hecho estas declaraciones en las puertas del Palacio de Justicia de Barcelona, sede del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), donde ha acudido para acompañar la anterior Mesa del Parlament a declarar por un supuesto delito de desobediencia. También han asistido otras entidades como la ANC y partidos como Esquerra, Junts y la CUP.

Mauri ha aprovechado este escenario para recordar las consecuencias de una actuación independentista no coordinada. "Mientras seguimos con la incapacidad de trazar una estrategia conjunta y vemos que no hay una unidad que permita avanzar, el Estado español lo tiene muy claro y sigue llevando la disidencia política delante los tribunales", ha señalado.

Señalando que el Estado persigue "la disidencia política" Mauri ha afirmado: "En el Estado español puedes acabar ante los juzgados por el simple hecho de hablar de obviedades, como que la monarquía es profundamente corrupta o que Catalunya tiene derecho a la autodeterminación".

Una visión compartida

Òmnium no es la única entidad independentista que considera que el movimiento soberanista está dividido y paralizado. La Asamblea Nacional de Catalunya (ANC) ha compartido este posicionamiento. Su presidenta, Elisenda Paluzie, ha cargado contra la mesa de diálogo, la cual ha considerado que se puede convertir en un elemento que genere "distracción y división" cuando "el clamor masivo de las calles es el de independencia".

"Nos preocupa de qué se hablará en la mesa de diálogo, de qué se servirá, cuánto de tiempo durará este diálogo de sordos si unos hablan de autodeterminación y los otros llevan cacahuetes", ha lamentado Paluzie, quién también ha declarado desde las puertas del TSJC, donde ha hecho mención a la represión constante a que se enfrenta el movimiento independentista.

 

 

Imagen principal: El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, en una rueda de prensa conjuntamente con la ANC y el AMI / Sergi Alcàzar