La decisión de Junts de designar como representantes en la mesa de diálogo a Jordi Sànchez, Jordi Turull y Míriam Nogueras, además del vicepresident, Jordi Puigneró, ha disparado la temperatura de la reunión de Govern de este martes hasta convertirla en una olla a presión. La válvula de seguridad ha empezado a silbar de manera peligrosa en el momento en que se ha puesto encima de la mesa una propuesta de Presidència en defensa de la mesa de diálogo y donde el ejecutivo afianzaba "su compromiso con el proceso negociador", un discurso muy en sintonía con la apuesta de ERC, pero que provoca escepticismo en Junts. En este punto, y ante la exigencia del president, Pere Aragonès, de aprobar el texto, el silbato de alarma era tan fuerte que la reunión se ha tenido que suspender.

El encuentro había empezado con Aragonès profundamente irritado al saber, a través de una llamada de Jordi Sànchez, cuál era la propuesta de nombres de Junts para la mesa de diálogo. Aragonès insiste en que el acuerdo era que todos los miembros de la delegación formaran parte del Govern. Junts, sin embargo, niega que sea así y recuerda que esta condición no figura en el pacto de gobierno. Antes de la reunión del Consell Executiu, Aragonès ha expresado también el enfado al vicepresident, Jordi Puigneró. Esta mañana, el president se ha dirigido a la reunión de Govern escoltado por la consellera Laura Vilagrà y el conseller Roger Torrent, los dos miembros del ejecutivo que lo acompañarán en la negociación con el Gobierno.

Acuerdo de Govern

Los consellers han aprovechado el receso en la reunión de Govern para analizar la situación. Los de ERC han tenido oportunidad de constatar que la decisión de Aragonès de no aceptar los nombres que proponía Junts era firme y que el enfado del president no tenía nada de impostado. Los de Junts han concluido que no darían marcha atrás, que no retirarían su propuesta de nombres, pero tampoco querían tensar más de la cuenta la cuerda, tumbando el texto que les proponía Presidència, ni aparecer como un obstáculo para la reunión. Finalmente, han acordado que prosperara la propuesta de nombres de ERC, pero enmendando el texto, y absteniéndose en la aprobación.

La propuesta del Govern para la mesa de diálogo que ha aprobado hoy el Govern, sólo incorpora los nombres de Aragonès y los consellers republicanos Laura Vilagrà y Roger Torrent, aunque deja la puerta abierta a que "el president, a propuesta del vicepresident del Govern, puede completar la delegación".

Del texto final se ha eliminado el preámbulo y se ha reducido la declaración a un compromiso de "Defender el fin de la represión, la amnistía de las personas actualmente represaliadas y el ejercicio del derecho a la autodeterminación como las bases para alcanzar una solución democrática y perdurable".

Aragonès: lealtad

Mientras el Govern paseaba por un peligroso abismo de ruptura, desde Presidència se ha decidido desconvocar la habitual rueda de prensa de las doce y media y convocar una comparecencia del president en la galería gótica del Palau de la Generalitat.

 

Allí, Aragonès ha reclamado lealtad a Junts y ha emplazado a esta formación a presentar una propuesta de nombres que formen parte del Govern, como él reclama. Ha insistido en que así se acordó verbalmente entre las dos formaciones y ha lamentado haber conocido en el último momento los nombres que proponía Junts, lo cual ha impedido tener margen para negociar. Con todo, ha descartado que esta situación haya minado la confianza interna.

Sànchez: veto de la Moncloa

También Junts ha intentado evitar alimentar todavía más la imagen de división en el Govern y la respuesta ha quedado en manos del secretario general del partido, Jordi Sànchez, que ha atribuido el veto a sus negociadores a una decisión de la Moncloa. Sànchez ha recordado que el propio presidente español había mostrado la negativa a que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, formara parte de la mesa. La Moncloa no quiere ex presos políticos en la mesa de diálogo, consideran.

 

A pesar de las declaraciones de Aragonès y Sànchez rechazando que la crisis haya puesto en riesgo la continuidad del Govern, lo cierto es que los socios son conscientes de que han puesto muy a prueba la elasticidad de sus costuras y los chirridos internos han sido considerables.

Bolaños coordina la delegación española

Mientras tanto, desde Madrid, el Gobierno no ha disimulado el aplauso a la decisión del president Aragonès de dejar a Junts fuera de la mesa de diálogo a raíz de su propuesta de nombres. Mañana, Pedro Sánchez aterrizará en el Palau de la Generalitat acompañado de sus ministros, celebrará una reunión con Aragonès y comparecerán, uno tras el otro, en la galería gótica. Al acabar, según la Moncloa, se reunirá la mesa de diálogo, donde la delegación española estará "coordinada por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños".

 

En la imagen principal, el Gobierno antes de empezar la reunión de hoy / Rubén Moreno