"La Operación Catalunya no existió", eso es lo que defiende con todas sus fuerzas Francisco Martínez Vázquez, quien fue el número 2 de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior en el cargo de secretario de Estado de Seguridad durante la época en que se puso en marcha la Operación Catalunya. En algunas ocasiones se había situado a Francisco Martínez como el cerebro de la operación, aunque él lo niega, y precisamente este martes, en una nueva entrega sobre los papeles secretos de la Operación Catalunya publicados por ElNacional.cat, se ha podido saber que una conversación grabada por el comisario José Manuel Villarejo con el entonces secretario de Estado de Seguridad, revela que no solo hacían investigaciones ilegales, sino que también se personaban en las causas judiciales, con asociaciones como Manos Limpias, para tener información de primera mano.

Francisco Martínez ha concedido una entrevista en El món a RAC1 donde ha defendido con uñas y dientes su inocencia, de hecho se ha descartado como cerebro de la Operación Catalunya y ha añadido que lo considera "un término muy desafortunado". "Se interpretó que existía este término (el de Operación Catalunya) a partir de unas grabaciones y el abogado del excomisario Villarejo ya desmintió su existencia. Sin embargo, se ha decidido acuñar el concepto y no lo hemos sabido parar, pero nunca existió una Operación Catalunya, radicalmente no". En este sentido, ha añadido que no se puso sobre su mesa "ninguna investigación que no estuviera basada en indicios de delitos".

Admite investigaciones al independentismo

Lo que sí que ha admitido Martínez es que se produjesen "operaciones policiales enmarcadas en lo que se denomina la policía judicial. También se produjeron operaciones policiales en materia de prevención, pero eso es habitual en todos los cuerpos policiales", ha justificado el exnúmero 2 de Fernández Díaz. También ha añadido que nunca se le puso encima de la mesa ninguna investigación que no estuviera basada en indicios de comisión de delitos, sin embargo, ha vuelto a matizar, "sí que es cierto que en las investigaciones en el ámbito de la policía judicial, muchas veces, a lo largo del proceso, se plantean dudas sobre la credibilidad de las pruebas o los informadores, es habitual en este tipo de procesos". Con eso se ha justificado y ha insistido en dejar claro que "es muy diferente de ser conocedor o consciente de que existieran investigaciones prospectivas, prohibidas en todos los estados de derechos". Con estas declaraciones, Martínez admite que se investigó el independentismo.

La cuenta falsa de Trias

Preguntado por la cuenta falsa de Xavier Trias que se filtró en medios de comunicación, Martínez asegura que no fue una filtración autorizada. "En ningún momento existió el conocimiento ni la más remota intuición de que podía haber una información falsa que afectara a Trias", ha dicho. Ha reconocido, sin embargo, que se tendría que haber investigado con mayor énfasis y haber exigido más explicaciones sobre esta filtración. "Entenderá que, a veces, el día a día te sobrepasa", ha argumentado, para añadir que "es muy fácil juzgar a tiempo pasado".

La Operación Kitchen

Francisco Martínez también ha respondido preguntas sobre la operación Kitchen, el supuesto espionaje al extesorero del PP, Luis Bárcenas, para conseguir información que fuera comprometedora para el partido. El exnúmero 2 de Fernández Díaz ha dicho que no existió la operación Kitchen y que hace años que intenta explicarlo. Admite, sin embargo, que captaron al chófer de Bárcenas como confidente. "No sé quién se lo ordenó (a Villarejo) pero me inclino a pensar que fue él mismo quien consideró que podría ser un confidente interesante. Esto forma parte de sus funciones. Pero yo no le ordené nada".

Finalmente, Francisco Martínez ha asegurado que hace años que no tiene relación con el exministro del Interior Jorge Fernánez Díaz y que no hablan excepto el cara a cara ordenado por el instructor, el cual califica de "desagradable". "No le deseo nada malo, pero no tenemos ninguna relación", ha indicado para, finalmente, sentenciar: "No pongo la mano en el fuego por Fernández Díaz ni por nadie, solo por mí".