Josep Costa ha desgranado su defensa. Después de conseguir expulsar al segundo juez del TSJC, Carlos Ramos, por el juicio que se tiene que celebrar contra los miembros de la Mesa del Parlament que presidió el ahora conseller de Empresa, Roger Torrent, la estrategia para ganar tiene un recorrido marcado: "Con mi equipo siempre hemos dicho que no reconocemos la autoridad de este tribunal para juzgar los acuerdos del Parlament. No para juzgarme a mí como persona física, que no soy nadie y ahora mismo no tengo ningún cargo ejecutivo, pero es que lo que se está juzgando son los acuerdos del Parlament. Se está dilucidando el carácter delictivo de unos acuerdos parlamentarios, y siempre he dicho que el TSJC no tiene jurisdicción ni autoridad en eso. Esta será la línea de defensa que llevaremos hasta el final, aparte que se están cargando la separación de poderes: hay una injerencia del judicial en el legislativo, se están cargando la democracia representativa", estas son las declaraciones de Costa que ha dado en una entrevista este viernes para El Punt Avui.

El exvicepresidente primero del Parlament considera que, a pesar de todo, no considera que el juicio pueda ser justo: "Todo este procedimiento está viciado, empezando por el hecho de que la parte denunciante es el mismo Tribunal Constitucional. Es decir, nos han denunciado los mismos jueces, y no cualesquiera, sino los máximos representantes de la judicatura". Y ha añadido: "La elección de la fecha del nuevo juicio se ha hecho teniendo presente la agenda de los jueces que había en la orden de sustituciones, y dos de los magistrados que iban antes que la que han nombrado tenían otros señalamientos en la fecha que han fijado para el juicio, por lo cual no sabemos con qué criterio se ha hecho esta elección de fechas, y qué información tenía el presidente del tribunal a la hora de escoger la lista de suplentes, que no es pública, aunque tendría que serlo".

En un principio, este juicio se había programado para que empezara el pasado 12 de julio, pero con la decisión de recusar a Barrientos, el TSJC anunció que quedaba suspendido con el fin de conformar un nuevo tribunal, según las normas de reparto y sustitución vigentes. Además, hay que tener en cuenta que la sala civil y penal del TSJC tiene muy pocos magistrados y, como en el caso del juicio de la segunda Mesa, es habitual que solicite refuerzos de otras secciones para conformar el tribunal.

"Borràs es presidenta suspendida"

Por otra parte, Costa ha defendido que el voto del diputado de Junts Lluís Puig, que reside en Bélgica, cobra validez al ser contabilizado por la Presidencia de la Cámara y que si el acta del pleno no lo refleja habría falsedad en documento oficial. Por eso, ve "mucha comedia" al debate sobre si el voto de Puig queda invalidado si no se reforma el reglamento del Parlament, independientemente de si se ratifican o no las actas.

Una respuesta más política que judicial ha dado sobre el caso Borràs. De entrada, no considera que sea expresidenta: "Yo entiendo que es presidenta suspendida. Sería expresidenta si su cargo hubiera quedado vacante y se estuviera eligiendo otro presidente. Sin embargo, como no ha previsto convocar la sesión para investir a otro presidente, el cargo no está vacando". Y ha lamentado que su destitución "es un tema profundamente político que se ha gestionado con criterios políticos de principio a fin por todas las partes. Los informes jurídicos normalmente se piden sólo cuando sabes qué dirán. Cuando no te gusta qué dirán o no lo sabes, no los pides", sostiene.