Juicio extraño. La Audiencia de Barcelona ha empezado a juzgar a tres universitarios, acusados de querer tirar un artefacto químico con la inscripción Puta España a la policía durante el Consejo de Ministros, que se celebró en Barcelona, el 21 de diciembre de 2018. La Fiscalía realizó primero el escrito de acusación contra el joven que fue detenido con una botella de plástico con salfumán en la mochila, Esteban, a quien pide 6 años y 10 meses de prisión por los delitos de tenencia de material explosivo (4 años), conspiración para atentar contra agentes de la policía (2 años) y resistencia (10 meses). Después, la fiscalía amplió la acusación a otros dos jóvenes, que detuvieron 2 años después al identificarlos a través de un chat de Telegram, y a quien les pide, provisionalmente, 6 años de prisión, según se ha conocido este lunes durante el juicio. Esteban solo ha contestado a las preguntas de su abogada y ha asegurado que él iba solo aquel día por Barcelona, y que fue detenido por los Mossos. No le ha preguntado si llevaba un artefacto en la mochila ni su intención. Los otros dos acusados, Ignasi y Enric, han asegurado -al contestar solo a sus abogados- que en el chat hablaban de salidas, de las parejas y que si dijeron hacer alguna acción era en "tono burlón". Ninguna prueba más hay contra ellos dos.

En el escrito de acusación, el fiscal sostiene que Esteban llevaba en la mochila "una botella de plástico con ácido clorhídrico en solución acuosa, envuelta con papel de aluminio y la inscripción de Puta España," que -según añade- puede causar "quemaduras químicas de gravedad". Además de la botella, la Fiscalía indica que se le encontró una caja metálica con que contenía 16 bolas de papel de aluminio y 20 clavos y chinchetas. En el juicio, cuatro agentes de los Mossos d'Esquadra, que lo detuvieron en Via Laietana, han confirmado que le encontraron esta botella y el material, que popularmente se conoce como cóctel McGiver. Un cabo que custodió Delgado ha asegurado que el joven "estaba tranquilo" y le admitió que dentro de la botella había "salfumán", y que avisaron los agentes Tedax. Ha añadido que en la mochila también llevaba unas gafas, guantes y ropa para cambiarse. Dos agentes de los Tedax han afirmado que en la botella había ácido, el cual en contacto con el papel de aluminio reacciona "muy rápido", y podría provocar un "ruido muy importante, los clavos salir disparados y los restos de ácido, quemaduras graves".

Identificados por un chat de Telegram

El instructor de los Mossos que analizó el teléfono móvil de Esteban, con autorización judicial, ha detallado en el juicio que le analizaron el WhatsApp y el Telegram, dónde descubrió un chat unos diez días antes del Consejo de Ministros, con cinco usuarios, y que identificaron a los tres acusados, los cuales ha asegurado que "tenían predisposición y se concertaron" para hacer un artefacto y lanzarlo en el Consejo de Ministros: "Brian y Enric harían la acción e Ignasi vigilaría." En el juicio, no se ha detallado ninguna prueba más de la voluntad de los acusados, ni de donde querían poner el artefacto, ni si iba dirigido contra la policía, como sostiene la Físcalia.

La cadena de custodia, cuestionada

Al inicio de la vista, la abogada de Esteban, Montserrat Salvador, ha pedido la nulidad del procedimiento, al asegurar que se ha hecho una investigación "prospectiva"porque el juez instructor permitió la intervención del móvil del joven, desde el cual se dedujeron algunas de sus afirmaciones en el chat de Telegram y de WhatsApp. Salvador también ha sostenido que se rompió la cadena de custodia de la botella de plástico que se encontró en la mochila del acusado, el líquido del cual -ha precisado- se puso en una botella de vidrio, y que en los informes, los agentes de los Mossos varían los tamaños de la botella.  El presidente del tribunal de la sección 3.ª de la Audiencia de Barcelona, Eduardo Navarro, ha afirmado que estas cuestiones se valorarán en sentencia.

Esteban fue detenido cuando una manifestación contra el Gobierno iba de Via Laietana hacia mar, donde había bastantes controles policiales, ya que el Consejo de Ministros se celebraría en la Lonja de Mar. Un cabo de la Brigada Móvil que lo tuvo ha explicado en el juicio que al hacer el control, pasada la plaza Urquinaona vio que el joven hizo un gesto extraño, lo hizo parar, intentó huir y, al final, lo detuvo, con otro agente de la Brimo, y lo llevó a la zona de custodia para que lo registraran y le encontraron el material. El juicio continúa mañana, martes, con las conclusiones, es decir, si el fiscal mantiene las elevadas penas de prisión que les solicita inicialmente, y los informes.