La moción de censura de Vox ya tiene fecha: el Congreso de los Diputados la debatirá la semana que viene. Así lo confirman fuentes parlamentarias. Mañana la Junta de Portavoces lo acordará, a propuesta de Meritxell Batet. Lo más probable es que se debata el miércoles y se vote el jueves, haciendo saltar el pleno previsto. El candidato de la iniciativa contra Pedro Sánchez será Santiago Abascal, pero la presentará Ignacio Garriga, diputado catalán y futuro candidato de Vox a la Generalitat. Será de cara a la galería, porque está predestinada al fracaso. Los números no salen y ni siquiera el PP se ha puesto bien. Pero visibilizará la imagen de la formación de extrema derecha.

De esta forma, la moción de censura acabará mañana todos los trámites previos. El martes pasado, la Mesa del Congreso ya la tramitó y abrió un plazo de 48 horas para la presentación de posibles candidaturas alternativas a la de Abascal, hecho que no se ha producido. Ahora, la Junta de Portavoces la agendará definitivamente para la semana que viene. La formación ultra no puede esconder que entre los objetivos, aparte de desestabilizar al PP de Pablo Casado, está visibilizar a Ignacio Garriga de cara a las elecciones catalanas.

En comparación con la que presentó a Pedro Sánchez en el 2018, que se gestó en pocas horas, la moción de censura de Vox ha llegado muy tarde. Se registró hace dos semanas, dos meses después de que Santiago Abascal la anunciara en el pleno del Congreso. En aquella sesión, el líder ultra avisó de que los españoles no podían perder tiempo para expulsar a los inquilinos de La Moncloa. La semana que viene pasará definitivamente por el pleno.

Contra el "gobierno socialcomunista"

Después de registrarla, Ignacio Garriga detalló algunos de los motivos por los cuales han registrado la moción de censura. El "principal", que "el gobierno socialcomunista se constituyó mediante el fraude al electorado". Según argumentó, "se sustentó en la mentira diciendo que no pactaría con los herederos de ETA ni con Podemos". También criticó el estado de alarma, "un estado de excepción encubierto vulnerando derechos fundamentales y libertades públicas", o la nueva ley de memoria democrática, que "rompe la concordia nacional".