El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, justificó el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos como máximo responsable del cuerpo armado en Madrid por una "pérdida de confianza" y en el marco de una remodelación de la cúpula de la Guardia Civil. Un documento demuestra ahora que fue cesado para "no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil, en el marco operativo y de policía judicial, a efectos de conocimiento", concretamente las referidas a la investigación encargada por la jueza que instruye la causa del 8-M y el coronavirus.

En un documento en el que ha tenido acceso El Confidencial, firmado por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, se reconoce que el motivo de la destitución del coronel de los Cobos es la negativa a informarle sobre investigaciones judiciales. El documento, calificado de reservado, fue la propuesta de cese enviada el domingo 24 de mayo a las 22.14 horas al secretario de estado de Seguridad, que lo firmó a fin de que se hiciera efectivo el cese. Según El Confidencial, cuando Gámez reprochó en una conversación telefónica a De los Cobos que no informara sobre las investigaciones del 8-M aquel mismo domingo, el coronel ya estaba formalmente destituido.

Incumplir los procedimientos

Fuentes del Ministerio del Interior han insistido ante la publicación del documento que el cese fue por "una pérdida de confianza" derivada, "entre otros, porque se incumplió el procedimiento de comunicación de actuaciones, a los solos efectos de conocimiento, no del contenido de las mismas". Estas fuentes de Interior insisten que el documento acredita que la Guardia Civil y el ministerio "ni conocían las actuaciones, ni tuvieron acceso al informe".

Grande-Marlaska, en sede parlamentaria, atribuyó el cese a un proceso de reestructuración de la cúpula de la Guardia Civil y afirmó que ni él, “ni nadie del Ministerio ni de la dirección general de la Guardia Civil, ha pedido a Pérez de los Cobos ni el informe ni conocimientos sobre el contenido del informe del 8-M”. Este ha sido el argumentario defendido desde el primer momento por el ejecutivo.