El jueves será la última oportunidad para intentar in extremis un acuerdo entre JxSí y la CUP para salvar la legislatura que tenía que ser la madre de todas las legislaturas. Junteros y cuperos se han emplazado al día siguiente de Reyes para sentarse en una misma mesa bajo el auspicio de las entidades soberanistas, la ANC, Òmnium y la AMI.

Ninguna de las dos partes alberga esperanza alguna de que el encuentro sirva para evitar una inminente convocatoria electoral. De hecho, la reunión se había planteado para esta tarde mismo, pero ha sido imposible por "varios motivos", según fuentes de las dos partes consultadas por El Nacional. Del lugar y hora donde se celebre la cita no han transcendido todavía los detalles, pero todo el mundo tiene claro el orden del día y que posiblemente será en el Parlament.

JxSí, resignada

La dirección de JxSí, reunida esta mañana en el Parlament, ha dejado bien claro que no tocará ni una coma de la propuesta hecha a la CUP. "Negociaremos hasta que suene el silbato pero no cambiaremos nada, la propuesta está hecha", ha asegurado Raül Romeva al salir de la reunión con el sanedrín juntero. Una postura que ha reforzado la dureza argumental de Artur Mas en la comparecencia de este mediodía en la Generalitat.

La carta de la CUP

Por su parte, la CUP ha remitido una carta a JxSí y la trilateral soberanista formada por la ANC, Òmnium y la AMI, en la cual se muestra dispuesta a reunirse con dos condiciones: una presidencia alternativa a Mas y un plan de choque social más ambicioso.

Los cuperos admiten que la reunión servirá de poca cosa, y más después de la comparecencia del president de la Generalitat en funciones, en la que ha dirigido duros reproches a la formación anticapitalista. El jueves será la última partida, pero con la sensación de que todo el mundo lleva las cartas marcadas.