La televisión rusa RT ha reaccionado irritada contra el diario The New York Times, después de que la UE ha aclarado que no dispone de ningún informe que relacione al president en el exilio, Carles Puigdemont, con Rusia. Según RT, "todo apunta a que las informaciones publicadas por el diario norteamericano partían de un informe de la Guardia Civil que ya fue desacreditado por la justicia española".

La televisión rusa se ha referido en estos términos al hecho que ahora el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha asegurado que la inteligencia europea no elaboró el informe que citaba The New York Times para dar apoyo a un reportaje sobre las relaciones del Kremlin con la causa independentista catalana. "Borrell ha sido contundente: el Centro de Inteligencia y de Situación de la Unión Europea (INTCEN, por sus siglas en inglés) no es el autor del informe de inteligencia mencionado por el medio norteamericano ni sabe quién fue su autor", indica RT.

La televisión rusa afirma que la información publicada por el periódico norteamericano, "basada en un informe del que no se concreta el origen ni la identidad de los funcionarios españoles que lo corroboraron, dio pie a que el Parlamento Europeo solicitara investigar los contactos del entorno de Puigdemont con Rusia en virtud de una enmienda del grupo socialista europeo". "El texto aprobado en la Eurocámara decía que los supuestos contactos "podrían ser un ejemplo más de la injerencia rusa en los Estados miembros y de los constantes intentos de Rusia de explotar cualquier asunto posible para promover la desestabilización interna de la UE", añade con estupefacción.

RT ha recordado que la cancillería rusa, a través de su portavoz, Maria Zakharova, pidió al periódico norteamericano una rectificación e ironizó sobre el contenido del reportaje: "Es imposible desmentir lo que es un disparate", exclamó.

También desde RT cargaron contra las insinuaciones de que Rusia está detrás del procés independentista catalán.

Desde el momento de su publicación, el artículo del New York Times, firmado en Barcelona, levantó polvareda. El propio Carles Puigdemont indicó: "Cuando la propaganda penetra en los referentes de la independencia informativa, la democracia se resiente y acaba sirviendo de ayuda a los regímenes autoritarios, porque blanquean sus prácticas".

Por su parte, el jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha expuesto que lo "más sorprendente y vergonzante es que algunos políticos y periodistas catalanes diesen por bueno el relato fabricado por las cloacas del Estado".

En el reportaje, The New York Times no recogía que el fiscal desmontó los argumentos del juez que pretendía investigar los vínculos de financiación irregular de origen ruso.