Y otra. La Comisión Europea ha mantenido este martes una reunión con una delegación de Vox. Y lo ha hecho, precisamente, para tratar uno de los temas que más gusta al partido de extrema derecha: la inmigración. Los ultras ya han impulsado en Catalunya una campaña racista que busca culpabilizar a los migrantes de la violencia y la inseguridad, y ahora han llevado esta ofensiva a Europa. Después de una rueda de prensa en que ha participado el líder de Vox en Catalunya, Ignacio Garriga, y los eurodiputados Jorge Buxadé y Hermann Tersch, la delegación ha sido recibida por el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, que entre sus funciones tiene la de 'Promover la Manera de Vivir Europea', con temas centrales como la migración, seguridad o la lucha contra el antisemitismo, según ha informado la ACN.

La polémica ya está servida por el hecho de que un representante comunitario se haya reunido con miembros de un partido xenófobo y racista como es Vox. Pero todavía va más allá. Y es que ayer mismo se destapó que en diciembre del año pasado la Comisión Europea recibió Sociedad Civil Catalana sin que estuviera inscrita en el Registro de Transparencia de la Unión Europea. Concretamente, fue el comisario de Justicia, Didier Reynders, quien se reunió con la entidad antiindependentista, que no se registró hasta finales de enero del 2022. Y el código de conducta interno prohíbe a los comisarios reunirse con organizaciones que no estén registradas. El eurocomisario de Justicia defendió ayer que se reunió con SCC porque un eurodiputado de Ciutadans pidió el encuentro. "Recibí la petición de un eurodiputado que vino acompañado de otras personas", explicó.

La crítica de Puigdemont

El presidente Carles Puigdemont ha respondido con indignación a la reunión que la Comisión Europea mantuvo con Sociedad Civil Catalana (SCC). Puigdemont ha acusado la Comisión Europea de "pasarse las normas por el cogote" y ha asegurado que comportamientos como este sólo sirven para debilitar Europa. En otro mensaje en su cuenta de Twitter, Carles Puigdemont ha compartido la carta que su grupo en el Parlamento Europeo envió a Dreynders pidiendo una reunión para hablar sobre el estado de derecho, la calidad de la justicia española y su efecto sobre el catalán. La carta se envió después de la reunión con Sociedad Civil Catalana y, desde Junts indicaban: "Esperamos que la Unión Europea escuche todas las opiniones".

Meses después, Puigdemont se dirige al comisario y le dice: "Mira que habría sido fácil de recibirnos" y añade que "no encuentra nunca tiempo para escuchar a los que ganamos las elecciones europeas a Catalunya y, en cambio, incumple el código de conducta con el fin de satisfacer a un diputado de Ciutadans, que es de su grupo político". Por su parte, la consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina, ve "inconcebible" que la Comisión Europea "no se reuniera durante en siete años con el Govern" pero sí con el líder del PSC Salvador Illa y "asociaciones como Sociedad Civil Catalana".