"Fue un castigo corporal." Josep Costa, exvicepresidente de la Mesa del Parlament, ha definido así este viernes ante un juez de Barcelona la agresión recibida por parte de un agente de los Mossos d'Esquadra, a quien acusa de darle un golpe de porra en las dos manos, durante la manifestación de contra la cumbre hispanofrancesa en Barcelona, el pasado 19 de enero. Costa ha ratificado la denuncia ante el titular del juzgado de instrucción 29 de Barcelona, el cual lo ha derivado al médico forense para que valore las lesiones sufridas en los dos dedos índice. El abogado también ha aportado imágenes y vídeos de la agresión, y sus autores serán llamados a declarar como testigos. Por ahora, el magistrado no ha citado a declarar como investigado al agente de la policía catalana, que llevaba su número de identificación en un lugar visible, como fija la normativa. Costa lo acusa de tres delitos: contra la integridad moral, lesiones y contra el ejercicio de los derechos cívicos.

En la declaración en el juzgado, Josep Costa ha detallado que estaba en la manifestación y que tenía las dos manos cogidas a una valla que tenía delante, y de repente, el agente le pegó en las manos con la porra y le dijo que ya lo había advertido de que sacabas manos. En una punta de la protesta había ciertos incidentes, pero no en la zona del excargo parlamentario, y tampoco estaba en peligro la seguridad del agente, que es cuando tienen permitido usar las defensas. "Me podía haber puesto una multa, pero fue un castigo corporal, que creo que ya no existen desde la edad media", ha declarado Costa al salir del juzgado. En uno de los dedos, el golpe le causó, a pesar de llevar guantes, y le ha quedado un bulto y el otro lo tiene inflamando. Costa desconoce si el agente sabia quién era o no, pero solo le agredió a él.

Activo contra el TSJC

Costa denunció esta agresión a través de Twitter y pidió al conseller de Interior, Ignasi Elena, que "sancionara en el agente D0E114 por la agresión gratuita", durante la manifestación contra la cumbre que el Gobierno montó con el gobierno francés, en Barcelona, donde cerró el Museo Nacional de Catalunya. A pesar de las protestas, no hubo incidentes de gravedad, ni detenidos.

Josep Costa fue juzgado y absuelto junto con otros tres compañeros de la Mesa del Parlament, presidida por Roger Torrent, por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), a quién la Fiscalía acusaba del delito de desobediencia al Tribunal Constitucional (TC) por haber admitido a trámite resoluciones por el derecho a decidir y contra el rey, de forma genérica. Antes, Costa consiguió apartar del tribunal al presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos, y al magistrado Carlos Ramos, a quien acusó de falta de imparcialidad, y la sala especial 77 del TSJC lo admitió, de forma excepcional, para evitar cualquier duda. Costa tiene diferentes frentes judiciales abiertos para defender la inviolabilidad del Parlament, y recientemente ha pedido al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que abra un expediente sancionador a Barrientos y Ramos.

 

En la foto principal, Josep Costa, en una imagen de archivo, sale del TSJC, en el juicio en la Mesa del Parlament. / Foto: Montse Giralt