Los controles policiales con que tropezaron en la Jonquera una parte de los vehículos que este sábado se dirigían al acto del Consell per la República en Perpinyà eran los previstos, según la Delegación del Gobierno, que encabeza Teresa Cunillera. Este fin de semana se atribuyó al atasco provocado por los controles la imposibilidad de que algunos autocares llegaran a tiempo al acto.

Fuentes de la Delegación consultadas por ElNacional.cat argumentan que los controles de la Guardia Civil eran los mismos que se realizan todos los fines de semana y responden al nivel 4 de alerta terrorista. "No se ha hecho nada extraordinario", aseguran.

Por lo que respecta a los controles del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), puntualizan que se levantaron sobre las 8 y media de la mañana y que "era el dispositivo que se acordó con todos los cuerpos policiales y la Gendarmería francesa".

El atasco provocado por los controles policiales provocó protestas en las redes a lo largo de la mañana. Hasta el punto que el conseller de Interior, Miquel Buch, habría llamado a la delegada, Teresa Cunillera, para pedir explicaciones.

La Oficina de Derechos Civiles y Políticos, que depende de la vicepresidencia del Govern, advirtió a través de Twitter de la vulneración que comporta que los poderes públicos impidan el ejercicio del derecho de reunión pacífica.

La polémica ante las dificultades para que estos vehículos consiguieran llegar a su destino estuvo presente también en las intervenciones que se hicieron a lo largo del acto. El president en el exilio, Carles Puigdemontdenunció durante su parlamento que mientras él intervenía había "miles de personas atascadas en las carreteras por motivos que todos sabemos".

Se calcula que unos 600 autocares, a parte de numerosos vehículos privados, se trasladaron este sábado a Perpinyà con motivo del acto del Consell per la República.