Izquierda Unida gira a la derecha. El ministro de Consumo, Alberto Garzón (IU), ha señalado que ahora estaría dispuesto a llegar a un acuerdo con Ciudadanos en Madrid si el partido de Inés Arrimadas pacta un programa de "regeneración" para la comunidad.

En declaraciones en La Sexta, Garzón ha señalado que es más importante "el qué" se pacta que "con quién", en alusión al partido españolista. "La clave está en el programa, puedes pactar con Ciudadanos un programa de regeneración de la Comunidad de Madrid que puede ser razonable", ha añadido, aunque ha recordado que este posible pacto requiere la opinión de la formación españolista "que no conocemos".

El ministro ha cargado contra el PP por hacer, según su opinión, "dumping fiscal" al absorber gran parte del potencial de crecimiento de país y convirtiendo a Madrid en una región que "está desconectada de España". Por este motivo, ha considerado "un error" no subir los impuestos a los que más tienen. Ha argumentado que lo propone incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI), como un elemento para estimular la economía además de tener otros elementos de "naturaleza moral".

Garzón ha insistido en que "hay que subir los impuestos a los ricos en Madrid", porque pagan "menos" en esta región. En su opinión, "los ricos" votarán "de manera casi doctrinal" a la derecha porque les parece bien pagar menos impuestos, aunque ha admitido que también "hay gente rica que vota a la izquierda".

Según el ministro, la clave radica en el hecho de entender que la probabilidad de votar a la derecha es mayor entre las clases altas y que la probabilidad mayor de que se vote a la izquierda se da entre el 80 por ciento de los que menos tienen. Por eso ha llamado a la participación de los barrios populares en las próximas elecciones autonómicas del 4 de mayo.

Al ser preguntado por el lema lanzado por la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, para escoger entre "comunismo y libertad", ha explicado que esta propuesta tiene una "base material" de gente que irá a votar "a toda costa" porque se ve beneficiada, en una estrategia parecida, según ha dicho, a la de Donald Trump, Jair Bolsonaro o Boris Johnson.

Cree que la presidenta madrileña está diciendo "barbaridades" al calificar a Unidas Podemos de partido "abiertamente guerracivilista", y la ha acusado de competir para atraer el voto de la extrema derecha y "distorsionar el debate para que no se hable de lo que preocupa a la ciudadanía", como es a su entender que haya libertad, si se tiene trabajo, o la vivienda.