El 28-M no para de cobrarse víctimas. La expresidenta de Ciudadanos Inés Arrimadas ha dicho basta, ha decidido abandonar la política y descartar formar parte de las listas del Partido Popular para las elecciones generales del 23-J, tal y como ha confirmado ella misma desde el Congreso de los Diputados. Los resultados penosos de su formación, que se ha convertido en una fuerza residual en ayuntamientos y autonomías, han empujado a Arrimadas a dar el paso y a desvincularse de la política de primera línea. La candidata que ganó las elecciones catalanas de diciembre de 2017 ha pasado del cielo al infierno en un lustro y ha visto cómo el partido que ha liderado se ha ido hundiendo progresivamente en las urnas desde que Albert Rivera abandonó el barco. Según ha contado, se va orgullosa de haber combatido "el régimen nacionalista" en Catalunya y haber frenado "el golpe de estado de 2017".

La última aportación de Arrimadas ha sido la de empujar a su partido a no presentarse a las elecciones generales del 23 de julio. Ha sido una de las dirigentes que se inclinó por dejarlo estar y concentrarse en el "rearme ideológico", cosa que ha implicado ser el blanco de las críticas de algunos de sus compañeros, como Edmundo Bal, que cargó con dureza contra la dirección de Ciudadanos acusándolos de "cobardes". De hecho, se había especulado que, a raíz de la derrota del 28-M y la decisión de no contribuir a las estatales, Arrimadas se buscaría una salvación en el Partido Popular. Pues, la expresidenta de Ciudadanos lo ha dejado correr definitivamente.

Del cielo al infierno

La trayectoria de Inés Arrimadas vivió su clímax en diciembre de 2017, momento en el que consiguió ganar las elecciones catalanas posteriores al referéndum del 1 de octubre, con 36 diputados. A través de un discurso muy confrontativo y ruidoso, Arrimadas se llevó el mérito de capitalizar buena parte de los votos contrarios a la independencia de Catalunya. A pesar del éxito electoral, no hizo ningún gesto por alcanzar ser investida presidenta —no le daban las cifras— ni intentó negociar con los partidos españolistas en el parlamento catalán. Su guion estaba escrito y tenía un destino: Madrid.

El 2019 fue un año esencial para ella. Albert Rivera la hizo candidata por Barcelona para las elecciones generales de abril y noviembre y se hizo con un escaño convirtiéndose en la portavoz del grupo parlamentario. Aquello le dio altas cuotas de visibilidad y, a raíz del porrazo monumental de los naranjas en noviembre (de 57 a 10 diputados) y la inmediata dimisión de Rivera, Arrimadas asumió la presidencia de su partido a partir del 2020, en un momento en que Ciudadanos se había escorado descaradamente a los postulados de la derecha españolista. Aquella era, sin ningún tipo de duda, una herencia envenenada, porque los apoyos electorales de Ciudadanos se fueron hundiendo radicalmente gracias al rearmamento del PP y la consolidación de Vox.

Como prueba de la bajada, aunque salvó los muebles a las elecciones pandémicas catalanas de 2021 llevándose a 6 diputados, Ciudadanos, en menos de un año, quedó fuera de los parlamentos de Madrid y Andalucía y conservó uno solitario en el de Castilla y León, habiendo formado parte de estos gobiernos regionales compartiendo poder con el Partido Popular. En el currículum, y uno de los elementos que marcó la pérdida de apoyos, fue la moción de censura fracasada de Murcia, operación con la cual Ciudadanos pretendía pactar con el PSOE y expulsar al PP del ejecutivo de aquella región. El tiro le salió por la culata y el PP mantuvo el poder gracias a diputados tránsfugas de Ciudadanos.

La mala tendencia, y presionada por los sectores críticos, obligó a Arrimadas a dejar el liderazgo del partido, que se abocó a una refundación volviendo a los orígenes liberales y de centro y cambiando el logotipo de la marca electoral. Patricia Guasp y Adrián Vázquez fue el tándem que asumió la dirección, que ha acabado renunciando presentarse a las elecciones del 23-J.

El repaso de Torra en Arrimadas en el Parlament en mayo del 2019

La caída definitiva de Inés Arrimadas ha hecho que este jueves las redes sociales recuperaran el vídeo de una réplica del expresidente Quim Torra en un pleno del Parlament en la que este le da un repaso.