La decisión de Ciudadanos de no concurrir a las elecciones estatales del 23 de julio ha abierto el partido en canal. Los malos resultados del 28-M han empujado a la dirección naranja a dar un paso al lado para el examen de verano, pero la renuncia ha hecho enfurecer a algunos integrantes de la formación, como el portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, que ha tildado de "cobardes" a los miembros de la cúpula, representada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez. "Hemos dejado en la estacada a todos los valientes que se han presentado a las elecciones; ellos son valientes, no como los cobardes que están dirigiendo el partido", se ha quejado visiblemente molesto y enfadado en una entrevista en Televisión Española, donde ha reconocido que se siente "huérfano", como los "300.000 votantes que tenemos". "No se tiene que tirar la toalla antes de disputar el partido".

Ni la reciente refundación del partido ha permitido una resurrección electoral. La decisión de no presentarse el 23-J ha dejado a Bal fuera de combate. ¿"Qué somos? ¿Una asociación de vecinos? Un partido que no se presenta a unas generales es un partido inviable, que no funciona". Por eso, ha reclamado "la dimisión en bloque" de la dirección, a quien ha recordado que todavía "hay un espacio de centro en este país". "El PP nos ha comido el espacio de centroderecha y ahora tendrá que dar la cara llegando a pactos con Vox. Se verá cómo se lanza a los brazos de Vox, cómo está pasando en Castilla y León", ha vaticinado Bal para justificar que el proyecto de Ciudadanos todavía tiene lugar en la política española.

¿Y ahora otro partido?

La renuncia de Ciudadanos ha dejado desamparados a Bal y algunos cargos que conserva el partido en los parlamentos autonómicos, como el diputado en las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea. Este sector remueve la idea de crear un partido que ocupe el espacio ideológico en el centro y liberal. En este sentido, el portavoz adjunto en el Congreso esta legislatura se ha comprometido a no abandonar el proyecto. "Yo continuaré aquí, seguiré luchando por este proyecto y no tiraré la toalla, de ninguna manera", ha afirmado Bal, que ha dejado la puerta abierta a proponer un partido alternativo para atender la vacante política. "Todas las opciones están abiertas; tenemos que armarnos de valor, que seguir luchando y pensar con serenidad y sensatez".

Una de los artífices de dar un paso al lado el 23-J ha sido Inés Arrimadas, que todavía era la portavoz en el Congreso aunque había dejado la dirección del partido este verano. Bal, que volverá a ocupar su plaza como Abogado del Estado, considera que Arrimadas ya está pensando en integrarse al PP. "Supongo que su solución es buscarse la vida en el PP", ha criticado Bal de su compañera, de quien ha vaticinado que seguirá los mismos pasos que otros miembros de la formación. "Sin Ciudadanos y sin partido, se abre la puerta para que cualquier persona pueda decir que defenderá las ideas liberales como corriente interna dentro del PP. Eso es lo que buscan". Bal los ha animado a reconocerlo "delante de una cámara".