El independentismo ha superado en las elecciones del 14-F por primera vez el 50% de los sufragios, y ha llegado concretamente al 51,32%. La cifra sale de la suma de ERC, Junts y la CUP y también la de los partidos independentistas extraparlamentarios, entre los que destaca el PDeCAT con 76.900 votos.

También en número de diputados, la suma de ERC, Junts y la CUP es la más alta de la historia, y sube a 74 diputados:33 de ERC, 32 Junts, y 9 de la CUP, 6 por encima de la mayoría absoluta, que está fijada en 68 escaños. En la anterior legislatura el independentismo tenía una mayoría de 70 escaños, 4 menos que la actual.

Superar el 50% de votos a favor de la independencia de Catalunya era uno de los objetivos de estos partidos, que a su entender tiene que tener repercusiones en las relaciones con el Estado de cara a aceptar las demandas catalanas. La cifra rompe el relato del unionismo en el sentido de que tenía él la mayoría social. La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, lo ha celebrado.

En las anteriores elecciones en el Parlament, en diciembre de 2017, forzadas por el 155, el independentismo consiguió la mayoría absoluta, pero se quedó en un 47,5% de los sufragios. La cifra fue tres décimas inferior a la de los anteriores comicios, los que llevaron a la declaración de independencia: el 27 de septiembre de 2015, en las elecciones plebiscitarias, la suma de Junts pel Sí y la CUP llegó al 47,8% de los votos.

Estas han sido también las elecciones en que los independentistas tenían más opciones que nunca para escoger: 7 partidos en vez de los 3 que había hasta ahora en las elecciones catalanas.

La participación electoral ha sido la más baja de todas las elecciones al Parlament celebradas desde 1980, con un 53,46%. Por el contrario, las elecciones del 21-D del 2017 fueron las que más afluencia a las urnas han registrado, con un 79,09%. Las que hasta ahora habían tenido menos participación son las celebradas en 1992, cuando fue del 54,87%.

La jornada electoral se ha desarrollado en un clima de normalidad a pesar de las incertidumbres derivadas de la pandemia de coronavirus, que han obligado a la administración a reforzar las medidas de seguridad en los colegios electorales. Los centros de votación abrieron con el 97% de las mesas constituidas, el mismo número que en los comicios del 2017. En concreto, 8.895 de las 9.139 mesas. "Estamos en un marco de normalidad", pudo expresar, aliviado, el conseller d'Exteriors, Bernat Solé, responsable del proceso electoral, al ofrecer los primeros datos de la jornada.