Vuelve el debate de la injerencia rusa. El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha aprovechado una entrevista de esta mañana con el fin de sumarse el debate sobre la posibilidad de que el gobierno de Vladímir Putin hubiera podido tener vínculos con la Generalitat de Carles Puigdemont durante el referéndum del 1-O. Una cuestión que ya había sido sonada a principios de septiembre del año pasado, y que ahora ha vuelto a ponerse sobre la mesa después de que la Eurocámara mantuviera este martes que se investiguen los supuestos vínculos entre Rusia e independentistas. "Es relevante que lo estudie el Parlamento Europeo", ha afirmado en la entrevista 'Fora de plató' de RTVE. En esta línea, ha defendido la necesidad de que se investigue todo, porque el gobierno de Vladímir Putin "ha intentado desestabilizar Europa", aunque no ha querido pronunciarse sobre si lo ha hecho a través de Catalunya.

Ahora bien, ha recordado que esta cuestión ya ha aparecido en "medios de reputación muy alta", en referencia al reportaje aparecido en el The New York Times hace unos meses en que se relatan los viajes a Moscú del jefe de la oficina de Carles Puigdemont, Josep Alay, y se recogen las tesis del juez del caso Volhov, Joaquín Aguirre, sobre la vía rusa de la financiación del procés. Este martes, la Eurocámara votaba a favor de mantener la referencia a supuestos contactos de Rusia con "representantes de un grupo de secesionistas catalanes" en su informe "sobre injerencias extranjeras en los procesos democráticos de la Unión Europea". Todo esto en medio de la invasión de Ucrania por parte de las tropas de Vladímir Putin.

Referéndum, no; Estatuto y modelo de financiación, sí

Por otra parte, en materia de autodeterminación, el socialista ha sido claro y sin dejar dudas sobre la posición del PSC al respecto. Así, ha cerrado totalmente la puerta a la posibilidad de un referéndum de independencia en el futuro, incluso si existiera el consenso de los partidos. "No es posible, es generar frustración a la ciudadanía catalana", ha opinado. Además, ha asegurado que las relaciones de Catalunya con el Estado no es uno de los temas que interesan a la sociedad actualmente: "La gente quiere que nos preocupemos por los problemas actuales". "No me encontrará nunca generando horizontes imposibles", ha advertido.

En cambio, ha apostado por el autonomismo más clásico. En este sentido, ha defendido un nuevo Estatut, afirmando que este sí "es un horizonte posible y vale la pena explorarlo". "El camino a seguir es una mejora del autogobierno, y si eso acaba comportando un nuevo Estatut, ya lo veremos", ha dicho. También ha planteado la necesidad de actualizar el modelo de financiación autonómica para España, asegurando que este debate "no se puede aplazar más". De hecho, este ha sido un clamor bastante repetido por los socialistas en las últimas semanas.

La mesa de diálogo, parada por Rusia

Con la excusa de la invasión rusa de Ucrania, Salvador Illa ha intentado justificar la situación de la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Estado. Este espacio de negociación no se reúne desde septiembre, y todavía no tiene fecha para su próxima celebración. Para el líder socialista, esto no es algo preocupante: "Es bueno que se haya reunido y que se haya anunciado que se volverá a reunir", ha opinado. Como que no hay fecha, ha aprovechado el ataque ruso a Ucrania para explicar esta situación: "El 24 de febrero pasó lo que pasó", ha dicho. Según Illa, pues, ahora hay otras prioridades sobre la mesa.

Conferencia de Presidentes, catalán y Feijóo

En otras materias, Salvador Illa también se ha pronunciado. Sobre la decisión del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de asistir finalmente a la Conferencia de Presidentes de La Palma este domingo, ha celebrado que haya "rectificado", a pesar de lamentar que hubiera acusado a las otras jefes autonómicos de ir solamente a hacerse una foto. Con respecto a la situación del catalán, ha reclamado recuperar los consensos amplios, aunque se ha posicionado a favor de acatar la sentencia del TSJC que impone un 25% de castellano en las aulas catalanas, y ha avisado de que no se puede "defender el catalán si se ataca el castellano". Y, finalmente, ha acusado al futuro presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, de ser responsable del acuerdo de gobierno entre los conservadores y la ultraderecha de Vox en Castilla y León: "Es quien tiene toda la legitimidad para tomar decisiones".