El PSC sabe, porque así se les ha trasladado por activa y por pasiva, que ERC no negociará ningún presupuesto de la Generalitat ni ningún “nuevo acuerdo” mientras no se haya resuelto la financiación singular, la madre de todos los huevos en esta legislatura. Josep Maria Jové avisó a Salvador Illa que se le agotaba el tiempo si no había avances y le instaba a usar su fuerza en Madrid, donde el PSOE no lo ve nada claro y menos en un contexto preelectoral. Por eso, los republicanos decidieron presentaron su propuesta de ley en el Congreso para que Catalunya, y las autonomías que lo deseen, empiecen a recaudar el IRPF. Sin esta modificación, la recaudación fiscal y la nueva financiación, advierten desde ERC, será imposible, hecho que supondría un incumplimiento total del acuerdo de investidura.

El líder de los republicanos preguntó directamente a Illa qué harían los diputados del PSC en el Congreso respecto de esta modificación durante el debate de política general que se ha celebrado esta semana en el Parlament, sin respuesta por parte del president. Este jueves, si bien la incógnita sigue presente, los diputados del PSC han votado a favor de un punto de la propuesta de resolución de ERC “clave" en este sentido, donde el Parlament “manifiesta la necesidad de que el Congreso de los Diputados impulse las modificaciones legislativas necesarias que deben permitir la habilitación de la Generalitat para recaudar el IRPF antes de finalizar el año". Aunque los republicanos evitan poner fechas a los pactos (el de investidura recogía que se empezara a recaudar el IRPF a partir de 2026) para no generar frustración, en esta ocasión han fijado un plazo que no llega a los tres meses. La propuesta ha salido adelante así, con el apoyo del bloque de investidura, con 68 votos a favor, de ERC, PSC y los comuns. Junts y la CUP (39 diputados en total), se han abstenido, mientras que los 28 diputados restantes han votado en contra: 15 del PP, 11 de Vox y 2 de Aliança Catalana. 

Además, la camara catalana también ha avalado que este nuevo modelo de financiación se rija por el principio de ordinalidad, incluido dentro del punto de la propuesta de ERC. Este elemento es importante, ya que después de la comisión bilateral de julio, que no especificaba nada sobre este aspecto, los republicanos advertían que era imprescindible que el nuevo modelo siguiera este principio. La Moncloa, sin embargo, jamás lo ha asumido. 

La fórmula rebajada del PSC

El PSC, que necesita a ERC para llevar adelante sus políticas, también hace mención a estos cambios legislativos en el Congreso, que ERC registró en solitario el pasado mes de septiembre. Esto sí, de manera más discreta. Después de pedir el fortalecimiento de la ATC, una reforma capitaneada por la consellera Alícia Romero, para poder llegar a recaudar el IRPF, los socialistas recogen que habrá que “promover las reformas legislativas pertinentes”, sin plazos ni especificaciones. Este punto se ha aprobado con una mayoría más amplia que la de los republicanos: ha tenido el apoyo del bloque de investidura y también de la CUP. Junts, sin embargo, ha votado en contra, mientras que Aliança ha apostado por la abstención. Los comunes, la otra pata del acuerdo de investidura y a favor de la financiación singular para Catalunya, a pesar de que dentro de Sumar hay diputados que ya han dejado bien claro que votarán en contra de cualquier "privilegio" para el país, también han presentado una propuesta reclamando este modelo de financiación, que también se ha aprobado.

El concierto de Junts no sale adelante

Como ya ha pasado en diferentes ocasiones desde que empezó la legislatura, Junts, que considera que el modelo de financiación que negocia ERC es insuficiente para el país, tachándolo de tomadura de pelo reiteradas veces, ha llevado a votación su propio modelo, que pasa por un modelo de concierto económico para el país. Este, sin embargo, como ya ha ido sucediendo, ha naufragado en la cámara catalana, donde no tiene mayoría ante el rechazo del PSC. ERC se ha sumado a la propuesta de Junts y ha votado a favor. Comuns y CUP se han abstenido, mientras que PSC, PP, VOX i Aliança Catalana se han opuesto a ella.