El consejero delegado de Grifols, Raimon Grífols Roura, ha defendido este viernes la decisión de mantener la sede social en Catalunya después del 1-O. Grífols ha argumentado, en un encuentro con medios después de la junta de accionistas de la compañía celebrada en Sant Cugat del Vallès, que no vieron "ningún" motivo para trasladar la sede.

La farmacéutica fue la única empresa catalana del Íbex 35 que no movió su sede social como consecuencia de la situación política. Sin embargo, el consejero delegado de la farmacéutica ha matizado que "si algún día hubiera una circunstancia que exigiera que nos marcháramos fuera", sí se irían. El destino, ha afirmado, "seguramente" serían los Estados Unidos, donde concentran el 75% de sus ventas y también de la producción de la farmacéutica.

"EE.UU. es un país fantástico donde hacer negocio", ha explicado. Sin embargo, Grífols ha asegurado que por ahora no tienen previsto salir de Catalunya. "Queremos ser fieles al sitio donde se creó la empresa, que es Barcelona," ha dicho, acompañado del también consejero delegado de la compañía Víctor Grífols Déu.