La cosa no se ha acabado aquí. El Govern presentará una nueva querella contra el exlíder del PP, Pablo Casado, por sus incendiarias declaraciones contra el catalán en la escuela. Así lo ha anunciado este martes la portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja, que ha concretado que la llevarán a otro juzgado. Una decisión motivada por el hecho de que el Tribunal Supremo haya archivado las anteriores querellas para considerar que ya no es competente, ya que el exdirigente popular ha dejado de ser aforado. Fue en abril cuando Casado dejó su escaño en el Congreso de los Diputados, prácticamente cuatro meses después de sus polémicas palabras y que la Generalitat lo denunciara.

En rueda de prensa después del Consell Executiu, Plaja ha asegurado que a las "falsas" declaraciones del exlíder del PP "se podrían poner muchos adjetivos y ninguno sería agradable". Con estas afirmaciones, la portavoz del Govern ha asegurado que Casado "buscaba lo que buscan determinados sectores políticos, la confrontación". Sin ir más lejos, el PP sigue sembrando odio. El nuevo presidente del partido, el gallego Alberto Núñez Feijóo, entró en el debate del catalán y soltó que en Catalunya hay "apartheid lingüístico". Con él buscaban una supuesta moderación, que parece que no han encontrado.

Lo que Casado se inventó

Las palabras del exdirigente popular sobre la escuela catalana fueron muy duras. En diciembre del 2021, Casado se inventó que "hay profesores con instrucciones de no soltar en el lavabo a niños porque hablan en castellano". Además, añadió que "a los hijos de policías nacionales y guardias civiles se les señala en clase y se dice que no pueden estar integrados" o que hay niños a quienes se ha castigado "poniendo piedras en la mochila" por haber hablado en castellano en el patio de la escuela. "¿Se puede tolerar que se pida apedrear y aislar en clase a un niño de cinco años?", dijo sobre el supuesto acoso que recibió el hijo de la familia de Canet de Mar que reclamó el 25% de las asignaturas en castellano.

Ante estas declaraciones incendiarias, la Generalitat se querelló contra Casado por presuntos delitos de injurias y calumnias. A la querella se acumularon las formuladas por Junts por supuestos delitos de injurias, calumnias y de incitación al odio por las mismas declaraciones. Todo esto ocurrió meses antes que se descubriera el supuesto espionaje del entorno del entonces líder del PP a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, considerada como principal rival política de Casado. El escándalo acabó con la carrera política del dirigente, que dejó su escaño en el Congreso de los Diputados. Consiguientemente, también perdió su condición de aforado. Es por esto que el Tribunal Supremo ha archivado todas las querellas, porque considera que ya no es competente.