La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, aseguró en una entrevista en el diario ABC el pasado enero que las injerencias extranjeras en el proceso catalán "eran evidentes". Sin embargo, cuando se le pide al Gobierno español concreción sobre estas injerencias tan "evidentes", es incapaz de poner un solo ejemplo.

Así ha quedado constatado en la respuesta que ha dado a la pregunta escrita del senador de Bildu Jon Iñarritu. Aunque el político vasco pide detalles sobre "cuáles son las injerencias detectadas", "en qué han consistido" y "de qué territorios procedían" —y le pide un listado—, el Gobierno español responde con vaguedades.

En una réplica de tan sólo cinco líneas, el ejecutivo de Rajoy se limita a asegurar que "la proliferación de desinformación y noticias falsas distribuidas de manera masiva, tanto a través del ciberespacio como a través de medios clásicos afines al desinformador, buscan manipular la percepción del ciudadano para orientarla en favor de intereses de tercero divergentes de aquellos de los Estados soberanos o sus conciudadanos". Y aquí se acaba.

Concretamente, Cospedal aseguraba en la entrevista publicada el 7 de enero de este año que, más allá de la broma de que Puigdemont era un agente ruso llamado Cipollino, "que ha habido injerencias extranjeras es evidente". También decía que "que viene de determinados territorios también es evidente y negar la evidencia es absurdo". Pero de evidencia no ha sido capaz de aportar ninguna.