La reforma del Código Penal relacionada con los delitos de rebelión y sedición no es una prioridad para el Gobierno, que no prevé abordarla en los próximos cuatro meses. Un nuevo incumplimiento del ejecutivo de Pedro Sánchez, que se comprometió a aprobar la modificación el año pasado. 

Así lo ha asegurado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la cual ha destacado que la prioridad del Gobierno es cumplir con los 50 compromisos adquiridos en Bruselas con el Plan de Recuperación Económica. Bolaños ha informado de que antes de que finalice el año tienen previsto aprobar 144 normas, entre ellas las nuevas leyes de vivienda, ciencia y reforma laboral. En ningún caso los delitos de rebelión y sedición, una reforma que favorecería la situación penal de los presos políticos, sobre todo, a los dirigentes que se encuentran en el exilio, como el president Carles Puigdemont.

Incumplimientos

"Entendemos que en estos cuatro meses no era prioritario afrontar esta modificación del Código Penal", ha afirmado el ministro de Presidencia, antes de apuntar que en lo sucesivo, cuando se elaboren los futuros planes normativos, ya irán viendo si se incluye la reforma de los delitos de rebelión y sedición.

El anterior ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, se comprometió a aprobar la reforma antes del 31 de diciembre del 2020. La reforma no llegó y a lo largo del 2021 el ejecutivo español ha evitado ponen fecha, si bien desde el ministerio se apuntaba que llegaría "más pronto que tarde". Ahora el Gobierno ha dejado claro que no es una prioridad, una vez que los presos políticos se encuentran en libertad después que el ejecutivo acordara indultarlos. Con todo, el Tribunal Supremo debe decidir sobre los recursos presentados contra los indultos, y la reforma es un argumento a tener en cuenta.

La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros / Efe

Aviso a Aragonès

A dos semanas de la celebración de la mesa de diálogo, los gobiernos catalán y español van tomando posiciones. Así la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha advertido al president Pere Aragonés, que el camino del diálogo y del reencuentro "claramente no es indicar horizontes para la independencia", después que este apuntara que esperaba que se votara antes del 2030.

"Este no es el camino, no es la forma en la que queremos transitar con Catalunya", ha dicho Rodríguez tras la reunión semanal del ejecutivo, sin concretar cuándo se producirá la reunión de la mesa de diálogo ni si asistirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los equipos de ambos gobiernos, ha explicado la ministra portavoz, están trabajando en este encuentro, cuya fecha se baraja sobre la tercera semana de septiembre.

El Govern mantiene la presión a Moncloa, y "no contempla" que Sánchez no tome parte en la reunión de la mesa de diálogo, según ha explicado la portavoz del ejecutivo catalán después de la reunión del Consell Executiu.

 

Imagen principal, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños / Efe