Cuando faltan unas horas para un pleno decisivo, en el que se activará el camino de la independencia, el conseller de Interior, Joaquim Forn, ha dejado claras cuáles son las líneas de acción del Govern y el president de la Generalitat, Carles Puigdemont. El responsable de Interior ha asegurado que la DUI "es una opción" para el president, aunque ha insistido en que esperarán "hasta el último segundo" una oferta de diálogo por parte del Gobierno.

En una entrevista en 8TV, Forn ha indicado que Puigdemont está preparando su intervención en el pleno de mañana sobre la base de "varios datos", como el resultado del referéndum del 1-O, pero también la "represión policial" para evitar esta votación, las concentraciones ciudadanas para pedir "más democracia y respeto a la libertad", la apuesta por la mediación y la huida de empresas de Catalunya.

"Hay varios elementos que se tendrán que valorar para tomar decisiones, hay muchas variables, no sólo el resultado electoral (del 1-O)", ha indicado Forn, que ante la pregunta de si la DUI es "la única opción" ha contestado: "Es una opción".

Abierto al diálogo

Según Forn, si mañana Puigdemont recibiera una propuesta sujeta de diálogo por parte del Gobierno a las cinco de la tarde, una hora antes de su comparecencia en el Parlamento, estaría "encantado de la vida" y lo escucharía, aunque ha lamentado que, hasta ahora, el Govern ha replicado a los "gestos" de la Generalitat a favor de una mediación con amenazas de aplicar el artículo 155 de la Constitución.

Horno, que ha alegado que "el discurso del miedo" no puede decidir las políticas de la Generalitat, ha insistido en que todavía hay margen para un "último intento por acompañar la situación" y plantear una última vía de diálogo. Siempre he creído en eso, hasta el último segundo, estamos con muchas ganas de escuchar (una propuesta de diálogo). Estaríamos encantados de la vida, pero por ahora no hay respuesta (por parte de Gobierno), sólo amenazas y represión", ha indicado

Con los Mossos

El conseller de Interior ha asegurado que el Gobierno está "herido" porque se ha sentido "burlado" con la celebración del referéndum del 1-O y, delante de eso, ha optado por la "línea dura" y la "venganza" a través de la "represión policial" y facilitando la marcha de entidades bancarias y empresas de Catalunya.

Sobre el papel de los Mossos d'Esquadra, Forn ha negado actuaran con "pasividad" durante la jornada del 1-O. El conseller ha asegurado que cerraron más colegios electorales que la Policía Nacional y la Guardia Civil, sin causar ningún herido, y ha subrayado que los agentes de la policía catalana cumplieron las órdenes judiciales ejerciendo "con proporcionalidad".

El conseller ha sido muy crítico con Diego Pérez dels Cobos, cargo de la Secretaría de Estado de Interior que comandaba el dispositivo policial del 1-O, de quién ha afirmado que tiene "un origen falangista" y que se ofreció como voluntario" durante el golpe de estado del 23-F, por lo que entiende que sus "valores democráticos" son "sospechosos".

Forn ha denunciado que hubo "consignas políticas" por parte del ministerio de Interior porque la Policía Nacional y la Guardia Civil actuarán en algunos puntos sensibles durante el 1-O, como el colegio en el cual tenía previsto votar Puigdemont, y ha señalado que cuando los Mossos lo indicaron a de los Cobos que actuarían con "proporcionalidad", este replicó que "por encima de todo" estaba "el cumplimiento de la ley".