Eurodiputadas y asistentes de varios grupos del Parlamento Europeo se han plantado este martes contra Vox en una acción conjunta de protesta delante del hemiciclo, en Estrasburgo, junto con otros parlamentarios. Con pancartas de "ni un paso atrás" o "nuestros derechos no se negocian", cerca de una cuarentena de miembros de varios partidos, así como el vicepresidente primero de la Comisión Europea y el candidato de los socialistas europeos a las elecciones de mayo, Frans Timermmans, se han "solidarizado" con las concentraciones de rechazo a Vox convocadas al Estado.

A través de un comunicado, integrantes del movimiento Me Too han exigido que "no hay ningún acuerdo posible" con los que "defienden" a los "perpetradores de la violencia contra las mujeres", en referencia al pacto en Andalucía. Denuncian que el partido de extrema derecha "ha declarado la guerra" contra las mujeres y que es el momento que "quede claro" que los derechos no se tocan. En el comunicado también critican que los del partido de Santiago Abascal "intentan, si no revocar la ley (contra la violencia machista), neutralizarla para proteger hombres de la violencia de las mujeres con datos que existen en casos muy limitados". "No es aceptable que este partido de además de derecha esté orgulloso de querer imponernos una regresión de los derechos de las mujeres", aseguran desde el movimiento Me Too.

La concentración en la Eurocámara se ha hecho en paralelo a las manifestaciones feministas en varios puntos del Estado coincidiendo con el día del debate de investidura de Juan Manuel Moreno, el candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía. "Nos queríamos solidarizar con el movimiento feminista que hoy sale a la calle en masa a la mayoría de ciudades y pueblos de España y también de Catalunya", asegura Arantxa Calvera, una de las impulsoras del MeToo.

La Comisión Europea defiende a Timmermans

Sobre la polémica generada por las críticas al acuerdo con Vox en Andalucía por parte de Frans Timmermans, el comisario de Economía Pierre Moscovici ha defendido este martes el "derecho de expresión" de su compañero a la institución. De este modo, ha afirmado que los miembros de la CE "tienen sus opiniones políticas" y que "son libres de expresarlas" a nivel personal. "Como individuo no habla en nombre de la Comisión", ha dicho el socialista francés.