La población rossellonesa de Elna ha conmemorado este domingo el episodio trágico de la masacre que el rey Felipe III de Francia cometió contra sus ciudadanos refugiados en la catedral y el saqueo de la villa el 25 de mayo de 1285, después de un asedio de tres días.

Cada 19 de mayo, Día de la memoria, se homenajean las centenares de personas que murieron en Elna en 1285 en manos de las tropas francesas. El rey Felipe III, hijo de Luis IX, aliado de Jaime II de Mallorca y conocido como El atrevido, quiso castigar la población civil de Elna por su fidelidad a Pedro III de Aragón, Conde de Barcelona, y encerró centenares de personas en la catedral para seis días más tarde incendiarla con todos dentro. Después la masacre, la ciudad fue saqueada y arrasada.

Desde hace unos años, decenas de catalanes del Instituto de Proyección Exterior de la Cultura Catalana participan al Día de la Memoria. La conmemoración ha empezado con la única misa en catalán que se hace en todo el año en la Catalunya del Norte y ha incluido un acto civil dentro del recinto de la catedral y parlamentos en el claustro, con una ofrenda floral.

En los jardines está la placa conmemorativa con una cita de un fragmento de la Crónica de Bernat Desclot en que se relata crudamente la masacre de los catalanes de Elna. La conmemoración se ha acabado con una comida de hermandad.