Al día siguiente de la presentación de la propuesta de JxSí a la CUP han empezado los movimientos definitivos de cara la asamblea del domingo dentro de la izquierda independentista. De momento, en el cónclave se han inscrito 4.022 personas, una cifra que ahora hay que contrastar con la intranet de las asambleas locales para acabar de determinar el número de participantes con derecho al voto que define el reglamento.

Sea como sea, la cifra, que seguramente acabará por encima de los 3.000 asamblearios, demuestra que las dos grandes familias coyunturales de la CUP –los favorables al pacto y los que no– han movilizado todos sus cuadros y tropas. Las corrientes, sectores, familias y militantes configuran un sudoku, hoy por hoy, imprevisible en el resultado del domingo. Un sudoku que todavía se complica más atendidas las reacciones, declaraciones y contradeclaraciones de las últimas horas.

Ofensiva final

Más allá de las cuestiones numéricas, la CUP empezó ayer por la tarde su propia ofensiva mediática e interna. La empezó con mal pie, con una rueda de prensa indescifrable del grupo parlamentario que obligó horas después a emitir un comunicado con el que reivindicaba su papel en la negociación y las reclamaciones cupaires que integraba la propuesta de JxSí.

El sudoku se ha complicado más con la firmeza en posiciones que, en algún caso friega la estética, y en algún otro se fundamenta en la convicción de que Artur Mas no puede ser presidente aunque Catalunya se convierta en una república socialista.

La escena mediática del día siguiente de la presentación remacha esta percepción. Por una parte, Antonio Baños, jefe de filas en el Parlament de los cupaires, ha asegurado a Els Matins de TV3 que el "documento es insuficiente" y "ha querido" dejar claro que la propuesta de los junteros "no llega al fil a l'agulla ni tampoco llega al programa electoral". Ahora bien, tampoco ha querido romper ningún puente, sino apuntar que el puente puesto por JxSí es débil.

Los "Endavant"

Por su parte, la organización Endavant OSAN, de la cual forma parte la diputada Anna Gabriel, se reafirma en una nueva convocatoria electoral en el mes de marzo, en un comunicado. "La contundencia del resultado (del 20D) –negativo para CDC, positivo para las opciones que pedían cambios sociales– creemos que valida la opción de ir a nuevas elecciones en marzo antes que aceptar la oferta totalmente rebajada y sin presidencia de consenso que ha hecho JxSí. Si hacemos lo contrario, estaremos regalando todo nuestro capital político al proyecto regeneracionista de Podemos y estancaremos el voto explícitamente independentista por debajo del 40%".

Con Colau por el medio

Gabriel ha afianzado este posicionamiento en una entrevista en RAC1. Asimismo, ha pronosticado que en caso de que la asamblea diga no a investir a Mas contemplarán una nueva oferta de JxSí. La portavoz parlamentaria ha admitido que en caso de elecciones en marzo preferirían que se configurara una mayoría CUP-ERC-Podem, aunque no quieren excluir CDC del proceso de independencia.

Esta apuesta hace días que corre entre los integrantes de los sectores más escorados a la izquierda de la CUP. Defenderían la opción de unas nuevas elecciones dentro de tres meses con un "frente popular en torno al referéndum". Una opción que, entienden, tendría una "mayoría social que se trasladaría al Parlament con la colaboración necesaria de Ada Colau". Los resultados del 20D avalarían este argumento, según sus postulantes.

La CUP más "institucional" toca a rebato

Por otro lado, las tropas de la CUP más institucional y la más favorable al acuerdo ha tocado a rebato para intentar ganar la asamblea del domingo. Aprendida la lección de Manresa, han descubierto que su mal no quiere ruido y han preferido hacer mucho arreglo y poco ruido. Así, la movilización que están llevando a cabo exmilitantes, simpatizantes y tótems territoriales en forma de microcampaña para intentar convencer a las bases de los beneficios del acuerdo con JxSí.

"Por primera vez la izquierda anticapitalista puede incidir en las políticas sociales, y lo que es más fuerte, llevar a los convergentes hacia un camino sin retorno hacia la independencia", apunta un miembro del secretariado a El Nacional. "No se entiende que después de tres meses de negociación, JxSí presente una propuesta con triunfos de la CUP y que los negociadores digan que eso no va con ellos", apunta un dirigente territorial a este diario.

Un sudoku binario

Sea como sea, el domingo se celebrará una gran asamblea de la izquierda independentista en Sabadell. Posiblemente la más importante y numerosa de los últimos treinta años. El resultado es imprevisible pero seguro: o Mas o marzo.

(FOTO: Los diputados de la CUP Julià de Jòdar y Antonio Baños / SERGI ALCÀZAR)