A las 10 expiraba el plazo que el TSJC ha dado al Govern de la Generalitat para justificar jurídicamente el decreto que desconvoca las elecciones previstas para el 14 de febrero. Según confirman fuentes del ejecutivo a ElNacional.cat, una hora antes se han entrado físicamente las alegaciones solicitadas al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Se trata de un documento de 50 páginas que se ha acompañado de los tres informes publicados este lunes en el portal de la transparencia y que pueden consultarse en este enlace.

La voluntad de los equipos de Presidència y Vicepresidència es que el documento no se filtre antes de que el tribunal resuelva en las próximas horas, entre hoy y mañana viernes. La documentación aportada incorpora las fatídicas previsiones del Departament de Salut de cara a mediados de febrero, cuando se prevé que Catalunya estará surfeando el pico de la pandemia. Además, se señalan los precedentes de Euskadi y Galicia, donde durante la primera ola de la epidemia suspendieron las elecciones autonómicas previstas para el 5 de abril, que finalmente se desplazaron hasta julio.

A lo largo de los últimos días, Pere Aragonès se ha hartado de advertir que, además de un elevado riesgo para la salud de los ciudadanos, mantener la fecha inicial prevista para el 14 de febrero puede dejar muy tocada la participación, porque el miedo al contagio puede conducir a la abstención de los electores.

¿Cuándo resolverá el TSJC?

Coincidiendo con la hora en que acaba el plazo para presentar la documentación, a las 10 de la mañana empieza una nueva reunión de los siete magistrados de la sección 5ª de la sala de lo contencioso administrativo del TSJC que, ahora sí, tiene que entrar a valorar el fondo de la cuestión y resolver cuándo se tienen que hacer las elecciones. Hoy lo hacen escuchando a la otra parte, que es el Govern, y con el informe de Fiscalía encima de la mesa. El TSJC podría decidir hoy, pero no está claro que la resolución se dé a conocer este jueves. El tribunal ya ha advertido que no tiene por qué hacerlo.

En todo caso se abren, al menos, 3 escenarios: Hacer las elecciones el 14-F, hacerlas el 30-M o bien encontrar un camino de en medio que garantice tanto la seguridad sanitaria como democrática del proceso electoral. El vicepresident Aragonès reconocía este martes que "cuando se entra en un tribunal, nunca se sabe cómo se va a salir".

La Fiscalía ya dijo ayer que había que mantener la fecha del 14-F y todo el calendario electoral. Presentó su informe y se abstuvo de entrar en el fondo de si se pueden hacer o no las elecciones a la espera de que el TSJC empiece a valorar los recursos.

El origen de la batalla judicial fue la lluvia de recursos que una serie de partidos políticos, sin representación parlamentaria, presentaron contra el decreto de aplazamiento. También lo hizo un particular, que es quien solicitó al TSJC que adoptara la medida cautelarísima de mantener las elecciones hasta que resuelva el fondo de la cuestión.

Maquinaria a punto por si acaso

Si el TSJC opta por tumbar la voluntad del Govern catalán y la mayoría de partidos de la oposición de posponer los comicios, dentro de una semana exacta tendría que empezar la campaña electoral. Y en 24 días sería la cita con las urnas.

El margen de maniobra es demasiado corto como para mantener la maquinaria parada a la espera de la resolución definitiva de la justicia. Por eso, a pesar de estar en contra y preferir que se celebren el 30 de mayo, al Govern no le ha quedado otra que reactivar el proceso electoral para asegurar que el 14 de febrero se podrá votar con un mínimo de garantías.

El virus cabalga desbocado

La pugna judicial por la fecha electoral llega en paralelo a la enésima prórroga de las restricciones de movilidad en Catalunya y con los datos epidemiológicos disparados. El virus cabalga desbocado, superando el peor momento de la segunda ola. Hay más de 600 camas de UCI ocupadas por enfermos de Covid. El confinamiento municipal y cierre de buena parte de la actividad económica durará, como mínimo, hasta el 7 de febrero. Es decir, una semana antes del 14-F y cuando tendría que estar en marcha la campaña electoral.

No sólo eso, sino que desde el Govern de la Generalitat, como han hecho otras autonomías, no se esconde la posibilidad de que haya que endurecer todavía más las medidas vigentes. Se estudia si podría adelantarse el toque de queda, actualmente fijado a las diez de la noche, a las ocho de la noche.