Catalunya tendrá a partir del 1 de enero del próximo año un segundo regimiento del Ejército de Tierra, que se sumará al regimiento Arapiles de Sant Climent Sescebes. Esta es una de las medidas que se están desplegando a lo largo de este año a partir de una orden del Ministerio de Fefensa publicada en el BOE el pasado 20 de diciembre.

A partir del actual batallón Barcelona, que forma parte del regimiento de infantería Arapiles 62 y esta dentro de la brigada Aragón, se creará un nuevo regimiento. Será el Regimiento de infantería Barcelona n. 63 y se integrará en la Brigada Guadarrama VII.

Se trata de un regimiento de un solo batallón, aunque en algún momento en medios especializados se apuntó la posibilidad que dispusiera de dos batallones para incrementar el número de efectivos en Catalunya. Estará ubicado en el cuartel del Bruc, que los últimos años ha reforzado su equipación con nuevos vehículos blindados, y estará bajo el mando de un coronel.

Desde el 2017, en que el ejército de Tierra se está estructurando en lo que denomina Brigadas Orgánicas Polivalentes (BOP), se había apuntado la voluntad de reforzar su presencia en Catalunya dentro de esta nueva organización básica desarrollada por el jefe del Estado Mayor.

Algunos medios especializados apuntaron entonces que fue precisamente la situación política en Catalunya, con un referéndum independentista convocado para el 1 de octubre, lo que aconsejó aplazar los cambios. Precisamente, el mes de junio de aquel año se reunió en Barcelona el Consejo Superior del Ejército, que no se citaba en la capital catalana desde el 2001. La ministra Maria Dolores de Cospedal, que los meses previos al referéndum insistió repetidamente en la obligación del ejército de garantizar al unidad de España, encabezó la reunión. Meses más tarde, Cospedal aseguró que el ejército estaba preparado para actuar a Catalunya.

Finalmente, la reestructuración del ejército de Tierra se acabó aprobando en el 2018, ya con el gobierno del PSOE en la Moncloa y con Margarita Robles al frente del ministerio. La orden de Defensa que oficializa los cambios se firmó el mismo día que se celebraba la cumbre entre los gobiernos español y catalán en el palacio de Pedralbes, el 20 de diciembre, el día antes que el Consejo de Ministros se reuniera en Barcelona, lo cual obligó a blindar la capital catalana.

El objetivo de la nueva estructuración del ejército es, según se especifica en la orden ministerial, corregir "ciertas disfunciones" teniendo en cuenta "la evolución del entorno".

Fuentes del ministerio de Defensa consultadas por El Nacional, atribuyen la creación de un segundo regimiento en Catalunya a partir de la conversión del batallón Barcelona 62 al hecho de que los batallones se dedican exclusivamente a llevar a cabo operaciones pero necesita el apoyo de un regimiento -que es la unidad inmediatamente superior- para que se haga cargo de la administración y gestión del día a día.

Según estas fuentes, el batallón Barcelona 62 "al pasar a depender de una brigada diferente ha tenido que configurarse como regimiento para dotarse de este pequeño órgano de mando, dirección y gestión para llevar los trámites administrativos y de gestión del personal y material del cual dispone". Este nuevo órgano, según las fuentes consultadas del Ministerio, estará integrado por una treintena de personas.