A continuación reproducimos el texto íntegro, traducido del inglés, de la conferencia del presidente Carles Puigdemont de este lunes en la Universidad de Copenhague. También se incluyen las intervenciones del líder de Junts per Catalunya en el coloquio posterior. 

Conferencia de Carles Puigdemont "Catalunya y Europa, una encrucijada en la democracia."

"El 21 de diciembre, el pueblo de Catalunya nos dio, otra vez, la mayoría parlamentaria que formará un nuevo Govern para encontrar una solución política y negociada para Catalunya. El artículo 155 se tiene que acabar porque se ha utilizado y se ha convertido en un eufemismo de un estado de excepción contra un gobierno democráticamente elegido.

Estoy agradecido de vivir en una Europa del siglo XXI. Y estoy todavía más agradecido de poder vivir en una Europa donde la libertad de movimiento es tan importante como la libertad de expresión.

Nuestras dos naciones comparten algunas cualidades que querría destacar. Los catalanes admiramos la política danesa. Siempre decimos que cuando Catalunya se convierta en un Estado de pleno derecho, queremos ser la Dinamarca del sur. Tenemos una población parecida, una lengua propia, unas economías que basan su éxito en ser abiertas al mundo. Somos dos naciones pequeñas que hemos sobrevivido. Tenemos una capital cosmopolita, que son nuestra mejor representación en el mundo. Socialmente somos vibrantes. Unas poblaciones altamente cualificadas, prósperas y abiertas al mundo.

Las pequeñas naciones tienen mejores perspectivas económicas. Están más adaptadas al cambio. No tienen que formar parte de un gran estado para ir al mercado.

Muchos de estos nuevos estados son medianos o pequeños. El tamaño de los estados no son un problema.

Nuestra capacidad de llegar a los mercados globales y a un mercado único europeo es un gran activo para la nación catalana. La exportación en Catalunya ha alcanzado niveles récord de 70 mil millones euros en el 2017; las inversiones estatales se están disparando y el Financial Times nos considera una de las mejores regiones donde invertir.

La Catalunya que os quiero presentar. Una nación del sur abierta y que entiende la importancia de las relaciones bilaterales.

Tengo la impresión que en Dinamarca tenéis un enfoque similar. El mundo de hoy, la soberanía es un referéndum diario. Cada día tenemos que luchar por la buena gobernanza, las buenas leyes, la economía próspera. Dinamarca es un ejemplo por su enfoque económico político y social.

La UE ha sido un éxito para promover libertades y derechos; pero somos conscientes de sus fracasos, cada vez que hay una crisis. Lo hemos visto con Grecia, Ucrania, los refugiados. Y ahora, con la defensa de los derechos de los catalanes.

Nosotros somos europeos, pero no podemos cerrar los ojos ante sus fracasos [de la UE]. Queremos más integración si está vinculada con la democracia.

Es imposible entender, cómo la UE tiene más capacidad de influencia en países antes de ser miembros que después. Porque la UE trata de manera diferente a ciertos estados grandes que a los pequeños. ¿Por qué?

Vemos en el caso de Catalunya, como las instituciones europeas tratan de forma diferente Catalunya y Polonia. ¿Formar parte de una familia política es más importante?

Lo que está pasando en Catalunya es fundamental para Europa. ¿Qué será de Europa si no es capaz de defender sus valores? ¿Qué pasará si en otro estado miembro, el Gobierno mete en la prisión a rivales políticos, como está pasando en España con los políticos catalanes?

El movimiento democrático en Catalunya no puede ser visto como una crisis potencial por Europa, sino como una oportunidad democrática para los países; que la democracia es más importante que todas las fronteras. De cómo resolver conflictos políticos a través de los votos y no de la violencia. No es aceptable para hacer política. Por eso la CE y su apoyo a Rajoy es desconcertante. Legitima el uso de la fuerza y las amenazas judiciales a nuestras soluciones políticas. Un Gobierno democrático y proeuropeo no habría de ser vigilado. Cuando España será capaz de enfrentarse democráticamente a los retos planteados por Groenlandia o las islas Feroe para respetar la voluntad de sus ciudadanos? Sois la prueba que es posible.

El derecho de autodeterminación es un derecho fundamental para todas las naciones. La mitad de los estados miembros de la UE fueron creados en los últimos 100 años. El derecho de autodeterminación lo hemos puesto en nuestro programa político desde septiembre de 2015. Ganamos las elecciones. La reacción del Gobierno español fue clara: intimidación, boicot, prisión exilio. Durante mes de 5 años, las personas de Catalunya han pedido un referéndum acordado sobre la independencia. El acuerdo entre Escocia y el Reino Unido ha sido la envidia de Catalunya. Un referéndum acordado ha sido y es la opción preferida del pueblo de Catalunya. Pero el establishment español no quiere entrar en un diálogo bilateral. Por eso, organizamos el 1-O. De manera que los catalanes pudieran expresar su voluntad democrática en las urnas. Tuvimos un error: pensábamos que en el 2017 la violencia y la violación de derechos fundamentales quedarían descartados. Sin embargo, nuestros conciudadanos defendieron las urnas de la policía española con sus cuerpos.

Nunca me he sentido tan orgulloso del pueblo de Catalunya como aquel día. El 43% de los catalanes expresaron su voluntad. El precio de nuestro éxito ha sido alto. En los últimos meses, las libertades fundamentales han sido minadas. Hay políticos en prisión preventiva y tratados como terroristas. Otros, como yo, se han tenido que exiliar para no ir a la prisión. Cuando la justicia española acusó mi Gobierno de sedición y rebelión, me refugié en Bélgica para evitar la prisión preventiva. Miembros de mi Gobierno todavía están en la prisión.

Ellos son prisioneros políticos, como yo mismo y como mis compañeros, nos enfrentamos a 30 años de prisión por nuestras actuaciones por el referéndum y declarar la independencia. La sombra de Franco todavía es muy larga en España. Ellos han rechazado un diálogo con los representantes catalanes. Es una decepción. Desde el 2013, 18 veces el Gobierno catalán, ha propuesto negociar un referéndum. La respuesta de Rajoy ha sido siempre la misma: no.

El problema fundamental es que España no reconoce Catalunya cono un sujeto político. No somos más que una provincia. La Generalitat fue creada en 1359. El autogobierno de Catalunya no nace en la Constitución española. Lo preceden más de 600 años. Durante los últimos 100 años 9 de los 11 presidentes de la Generalitat han sido destituidos, exiliados, encarcelados o ejecutados.

Madrid tiene que reconocer que las fuerzas independentistas han ganado las elecciones, que impuso Rajoy. El control de Madrid se tiene que acabar. Si los catalanes no pueden elegir a su gobierno, no hay democracia. Es inútil votar en unas elecciones. Lo que está en juego es la idea de la democracia en toda Europa.

El 21D el pueblo catalán envió un mensaje. No nos rendiremos ante el autoritarismo. Formaremos un nuevo Govern y es la hora de negociar. Es la hora de acabar la represión y encontrar una solución política para Catalunya, no penal. Espero que un día la voluntad de nuestro pueblo prevalezca y seamos capaces de crear un estado nuevo, exitoso y admirado como Dinamarca. Confiamos en la democracia y creemos en los valores europeos. Y los catalanes perseverando.

Valoración del presidente al discurso de la ponente anterior

Destaco que me gustan los acuerdos razonables. Quizás eso nos podría ayudar a encontrar una solución. El problema es qué tipo de negociación de compromiso es posible cuando el otro lado del conflicto no se reconoce en la otra parte. Toda la gente en Catalunya tiene derecho a decir y toda la gente de España también. Podría ser una solución o una propuesta. Podríamos escuchar como punto de partida. ¿Pero qué tipo de solución es posible si en la otra parte continuamente niegan la realidad? Posiblemente la mayoría de españoles dirá que eso no es una solución, pero existe. No es una expresión de un solo día. Hemos hecho grandes movilizaciones desde el 2012, cada año. Creo que podemos decidirlo todos juntos. Los representantes españoles y la sociedad en general podemos resolver políticamente este problema. ¿Y cuál es la respuesta? No hay una propuesta política. ¿Cómo es posible que pueda ganar las elecciones con un programa donde se diga que si gana unas elecciones propondré en un referéndum de independencia? Y esta idea aceptada democráticamente por las autoridades españolas y votada por la gente me puede llevar a ser presidente pero también a la prisión. Pero se tienen que resolver estas contradicciones negociando en una mesa. No es un problema constitucional, es un problema político. Una de las partes siempre se ha negado a reconocer que existe este problema.

El presidente me dijo que no quiero hablar. Yo siempre invito a hablar.

Una cosa que no me ha parecido correcto de las Cortes. El derecho catalán aprobó el derecho a decidir porque nos consideramos una nación. Por ejemplo, también lo aprobamos con la Val d'Aran, con garantías: si ellos se ven como una nación podremos actuar como una nación. No es una cosa sagrada. Si es así, es posible. No sería un drama. Creo que la manera de debatir este tipo de cuestiones pasa por el diálogo. Y pasa por respetar el otro. Pero una de las partes aquí no negocia. Por lo tanto, pedimos que se acepte nuestro punto de vista. Sólo pedimos respecto a nuestra opinión y poder hablar con los catalanes que no quieren ser independientes y ver cómo podemos disponer de las herramientas y de recursos para tener un país mejor. Y con las herramientas y recursos parece ser que no es posible hoy por hoy después de 30 años intentando llegar a un acuerdo.

Preguntas de los asistentes al coloquio

¿Usted es populista?

No

Usted habla de identidad nacional, movilización de la gente.

Claro está que Catalunya es una nación, se puede ver en su historia. Hablo del diálogo, no violencia, de llegar a acuerdos. Creo que eso no es populista. Claro que hay populismo, pero en Catalunya lo que queremos es expresar nuestra voluntad con las herramientas de la democracia.

¿Es posible tomar decisiones por todo el país sin preguntar a la gente? No, para mí no. No somos populistas.

Si miramos la situación catalana como si fuera sencilla, no lo entenderemos. Hace 6 años el Parlament de Catalunya únicamente 14 diputados eran de partidos independentistas y dos años después, son 72. ¿Nadie se pregunta qué ha pasado a Catalunya? Se tienen que entender muchas situaciones. Nosotros sólo queremos acordar una pregunta que se pueda votar en las urnas como Escocia o el Quebec. Eso quiere decir negociar y votar.

Votaron por la Constitución española. ¿No tendría que ser respetada? ¿No es democracia? ¿Sólo el 43% haya votado el referéndum no tiene un impacto de legitimidad... [no es] una minoría? No se está escuchando a los unionistas. ¿Su esperanza es que Catalunya formará parte de la UE?

Sobre el papel tiene razón, España es una democracia. Pero hay que mirar los hechos. Prohibieron una pancarta que decía: sólo democracia. ¿Qué talante demuestra? España está llena de estos ejemplos.

Tiene razón: la democracia no va sólo de referéndums. Es el Estado de derecho, participación y posibilidad de cambio. Hay que adaptarse a cada generación. Estamos comprometidos con el Estado de derecho.

Se votó la Constitución y dicen que la única manera de reformar el Estado desde Catalunya es escribir un proyecto y una vez aprobado votarlo. Nuestro Estatuto no fue votado por la gente [el vigente, después de ser laminado por el Tribunal Constitucional]. Tenemos que seguir un texto que ningún catalán ha votado. ¿Este es el respeto por la ley?

Creo que no es un tema de cifras el tema de la mayoría, porque en las últimas elecciones votaron partidos que llevaban un referéndum acordado.

Modelo lingüístico:

El 70 por ciento de la población catalana tiene raíces extranjeras. Cuando algunos grupos lingüísticos quieren tener dos escuelas, como C's, nosotros queremos una sola escuela, que los catalanes estudien juntos. Queremos ser un solo pueblo. Si separas a la gente por motivos de lengua sí que acabarás con Catalunya. Para nosotros, uno de los éxitos más importantes, es que la escuela sea el centro de la cohesión social: es una cosa que llevamos en la sangre. Hablamos muchas lenguas. No hay problema. Usted puede entrar en un comercio y hablar catalán o castellano y el tendero le responderá con cualquiera de las dos. La política lingüística es pública. Las cuestiones como identidad y lengua son sensibles.

Mi objetivo es una UE más fuerte, que no esté sólo en manos de los Estados miembros ni de los lobbies económicos. Quiero una UE que también esté en manos de los ciudadanos.

¿Qué podría pasar con la ciudadanía europea de los catalanes si Catalunya es independiente?

La única manera que nosotros como ciudadanos europeos perdemos  nuestra derecho como ciudadanos europeos será cuando España nos reconozca como Estado independiente. Por lo tanto, es muy difícil que España nos reconozca sin una acuerdo previo, relativo a fronteras o ciudadanía. Nosotros estamos comprometidos en mantener la ciudadanía europea. Si España no nos reconoce, mantenemos nuestra ciudadanía europea automáticamente. No tengo ningún interés en perder la ciudadanía española. No tengo ningún problema en tener un DNI español en el bolsillo. En una Catalunya independiente no habrá ningún problema a tener la ciudadanía española y tampoco ningún problema con la lengua española.

¿Si Catalunya se aceptara como Estado independiente, qué papel tendría ante la UE y el resto de organismos internacionales?

Catalunya quiere ser miembro de la UE. Nos enorgullecemos de ser europeos. Y como catalanes nos comprometemos con los valores europeos, como demostramos con nuestro compromiso con la paz. No hay ninguna otra opción para nosotros que no sea aportar a Europa. ¿Pero qué Europa? Somos uno de los principales actores del Acuerdo de París del cambio climático. Catalunya también está dispuesta a acoger refugiados. Nos consideramos un pueblo abierto y solidario. No nos interesan para nada las fronteras, ni las banderas. Hablamos de herramientas y de recursos para aportar al mundo.

Hoy ha sido propuesto candidato a la presidencia de la Generalitat. ¿Cuándo piensa devolver y formar gobierno, vista a la situación que se encuentra?

Discúlpeme pero no responderé. Su pregunta es muy periodística. Por respecto a la universidad y los estudiantes no quiero interceder en el tema porque sino este será el titular. Mañana ante los medios hablaré de ello a fondo.

¿Cómo considera que el efecto dominó de una hipotética independencia en Catalunya puede afectar al País Vasco o Galicia?

Con el País Vasco es muy diferente porque ellos recaudan sus impuestos y pueden negociar con el Estado español qué aportan a la caja común. No se puede comparar a España ni tampoco a otros casos europeos como Escocia, Flandes, Córcega... Claro que invocamos al derecho a la autodeterminación. Nuestra sociedad es diferente. El efecto domino no se producirá. Si encontramos la manera con las herramientas europeas de negociar y llegar a acuerdos, creo que haremos una UE más firme y más dispuesta a encarar la crisis. Mirad qué hizo el presidente Macron con Córcega: empezar un diálogo con aquellos que ganaron las elecciones. Eso Mariano Rajoy no lo haría nunca. Por eso no habrá efecto dominó, porque el contexto es diferente.