Todo depende de Esquerra. Los socialistas ya ha hecho todo lo que tenían que hacer, Abogacía del Estado incluida —parece ser. Este es el argumento de la mayoría de portadas. Da la impresión que, en la batalla para|por el relato, como se dice ahora, el PSOE le ha ganado la mano a ERC, que queda como el actor que se hace el remolón ante un acuerdo que ya está pactado. No es una victoria decisiva, pero sí destacable, porque si alguna cosa no funciona será más culpa de los republicanos que de sus, digamos, socios.

De este acuerdo se ha informado a cámara lenta, como en los partidos de fútbol vigilados por el VAR, donde siempre queda la vaga impresión de que no acaba de saberse bien el porqué de la decisión del árbitro. ¿Qué dicen entre ellos los árbitros del VAR? ¿Cuál es el contenido de la conversación entre el VAR y el que juzga el partido en el campo? ¿Nos pasan todas las imágenes, todas las perspectivas, sobre las cuales se decide el destino de la jugada, quizá del partido?

Estamos ahora mismo en esos minutos en que desfilan las imágenes de la jugada dudosa mientras se oyen de fondo las opiniones de los tres o cuatro comentaristas del partido, pero no las voces de las personas que deliberan y deciden. Aquí, además, intervienen otras voces, otros decisores —la Abogacía del Estado, la Junta Electoral Central, el Tribunal Supremo...—, que tienen sus intereses y sobre los que la influencia de los negociadores del acuerdo es poca o ninguna. De esos no sabemos nada. Bien, sí, dicen que no quieren influir, que no se dejarán influir. Las portadas, por seguir con la metáfora, serían el equivalente a la pantalla del VAR. Pero la pantalla no ofrece una imagen bastante clara. Tenemos que esperar la decisión del árbitro. Pero, en este partido ¿quien es el árbitro?

LV

EP

AHORA

LR

EPC

EPA

ME

ABC