El president Quim Torra, el vicepresident Pere Aragonès y los consellers Alfred Bosch y Meritxell Budó se han reunido este mediodía en el Parlament, coincidiendo con la sesión plenaria de esta semana, para decidir qué respuesta dan al hecho de que el ministro Josep Borrell haya espiado las delegaciones exteriores catalanas, tal como fue destapado este miércoles por TV3.

Al acabar, el ejecutivo ha emitido un comunicado donde ha exigido la "dimisión o cese" del ministro Borrell, y ha anunciado que "en las próximas horas se dirigirá a los eurodiputados y a las cancillerías europeas e internacionales una carta firmada por el presidente y el conseller de Acció Exterior exponiendo la preocupación y la denuncia de este caso".

También se ha acordado presentar alegaciones contra la petición de medidas cautelares que hace el estado español con el objetivo de parar la actividad de las delegaciones de la Generalitat en Berlín, Ginebra y Londres. En el comunicado, el Govern también muestra su apoyo absoluto a los delegados afectados por el espionaje de Borrell y califica la información "de escandalosa" y "impropia de un estado de derecho democrático".

La reunión llega después de que este martes se conociera que el Ministerio de Exteriores ha espiado durante meses las delegaciones del Govern en el exterior, concretamente, las sedes de Londres, Ginebra y Berlín. Concretamente, se encargó a las embajadas españolas del Reino Unido, Suiza y Alemania que siguieran de cerca e hicieran informes sobre las acciones de las delegaciones y del conseller de Exteriors, Alfred Bosch, para dar proyección al procés.

El conseller de Exteriors, Alfred Bosch, ya se ha referido a este hecho este miércoles por la mañana, durante la sesión de control al Govern, donde ha acusado a Borrell de "escándalo democrático" y de utilizar las "cloacas" del Estado con el "objetivo de coartar la acción exterior" de Catalunya y hacer cerrar delegaciones.