Cuenta atrás sobre el futuro de la prisión de mujeres de la Trinitat de Barcelona. El Departament de Cultura ha comunicado al presidente de la Comissió de la Dignitat, Pep Cruanyes, que ya ha recibido la petición que le presentó en nombre de la comisión y doce entidades más a fin de que apruebe la declaración de Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), en la categoría de Lugar Histórico, de la prisión de la Trinitat. Este edificio es considerado como espacio de memoria de la represión franquista y de la lucha de las mujeres y asociaciones vecinales del barrio de la Trinitat Vella. En concreto, el jefe de la sección de Protección del Patrimonio Arquitectónico, Miquel Barba Vidal, expone en la carta -enviada el 1 de agosto y la cual ha tenido conocimiento ElNacional.cat este martes- que "se elaborará un informe técnico para valorar vuestra la solicitud de declaración".
El responsable de Patrimonio de la Generalitat añade: "Si el informe mencionado propone estimar vuestra petición, se incorporará al programa de declaraciones con el fin de redactar el expediente correspondiente. En caso de que este informe sea desfavorable, también se os comunicará con la motivación y la justificación que se consideren adecuadas. Tan pronto como se elabore el informe técnico previo, os lo haremos llegar con su valoración." Si Cultura deniega la protección, las entidades podrían reclamarlo en los juzgados, en el ámbito del contencioso–administrativo.
Espacio de represión
El edificio carcelario se construyó en 1963, en una explanada, actualmente en la calle Pare Manjón 2, para alojar presas comunes o sociales y presas políticas. La orden religiosa de Las Cruzadas les impuso un régimen riguroso y moral, siguiendo l'anulación de derechos a la mujer, impuestas por la dictadura franquista. Con la democracia, en 1983 la prisión de mujeres se trasladó al antiguo reformatorio de Wad-Ras, que es la prisión de mujeres en funcionamiento más antigua de España y obsoleta. El edificio de la Trinitat se destinó como centro penitenciario para menores de 21 años, y actualmente una parte es usada como centro abierto para personas que acaban la condena. Una parte del equipamiento se derribó el año 2009, pero se mantiene la fachada y otros espacios.
Reclamación vecinal y social
Representantes de las entidades -como la Asociación Trinitat Uneix- fueron, el 25 de julio pasado, a la sede del Departament de Cultura para presentar la demanda, ante la constatación de que el Ayuntamiento de Barcelona no tiene intención de proteger ninguna parte del edificio carcelario, cuando en el 2026, se cierre el centro de Justicia. Está programado la reurbanización de todo el solar con vivienda y equipamientos. Nada más. Por esp, reclaman que se respeten la entrada y los bajos, como espacio de memoria y sede de entidades vecinales. Una placa de recuerdo es totalmente insuficiente, según las entidades.
