Las próximas elecciones al Parlament de Catalunya tendrán lugar de aquí, como mucho, poco más de un año. En las últimas, celebradas el 14 de febrero del 2021, obtuvieron representación tres partidos independentistas (ERC, Junts y la CUP), que sumaban mayoría absoluta a la cámara y que junto a otros partidos que no obtuvieron representación, conformaban la conocida como mayoría del 52% independentista en las elecciones catalanas. Las últimas encuestas publicadas por el Centre d'Estudis d'Opinió borran la posibilidad de que esta victoria independentista se pueda repetir en las próximas elecciones, esperadas por principios del 2025 si Pere Aragonès agota la legislatura, con una victoria muy clara del PSC liderado por Salvador Illa. Con todo, los votos del independentismo podrían no repartirse solo entre estos tres partidos que actualmente tienen representación en la cámara catalana. Con las elecciones en el Parlament, el conocido como cuarto espacio independentista, que quiere aglutinar a los votantes decepcionados con las formaciones, está en disputa.

Poco después de llegar a la presidencia de la entidad, en sustitución de Elisenda Paluzie, Dolors Feliu, defendió abiertamente la posibilidad de que se creara una lista cívica para las próximas elecciones al Parlament en una entrevista en ElNacional.cat. Entonces, ya se había aprobado con el 96% de los votos la hoja de ruta de la entidad, que llevaba incluida esta creación independiente de los partidos. El objetivo, según explicaba inicialmente Feliu, era que esta ocupara el espacio independentista que ERC y Junts habían "malbaratado" en los últimos años desde la celebración del referéndum de autodeterminación, una época en la cual, decía la presidenta de la ANC, no se han hecho avances reales hacia la independencia de Catalunya. Esta idea, que desde un buen principio contó con la oposición de otros partidos y entidades independentistas, parecía guardada en un cajón después de que el Secretariado Nacional de la Assemblea rechazara iniciar los trámites, tal como pedía Feliu, en enero del 2023, aunque desde la entidad aseguraban que su compromiso con esta propuesta continuaba vigente. La idea no ha sido nunca hegemónica dentro de la ANC y desde un buen principio provocaba tensiones internas, aunque formara parte de la hoja de ruta aprobada ampliamente, llegando a generar dimisiones dentro de la dirección del partido entre críticas a la presidenta para estar demasiado "obsesionada" con la creación de una lista cívica.

Meses más tarde, y después de aprobar una nueva hoja de ruta para la entidad aunque con menos apoyos que la vez anterior, Dolors Feliu presentó en Girona en un acto multitudinario los planes de la Assemblea para hacer la independencia "el más bien mejor" y donde se defendió la necesidad de presentar una lista cívica a las próximas elecciones al Parlament para dar respuesta al movimiento en un momento en que los partidos tradicionales estaban "instalados en la retórica". Ante aquellas voces que acusaban a la ANC de tener un papel divisor del independentismo, muy diferente de lo que había tenido en el pasado, la dirección se defendía, dejando claro que su objetivo no era dividir, sino unir, con un único objetivo, el de hacer la independencia de Catalunya. El documento aprobado en el mes de junio establecía que uno de los objetivos de la Assemblea para 2023 y 2024 era impulsar la lista cívica, condicionada, eso sí, a una consulta a todos los socios de la entidad.

Críticas internas por traicionar los principios de la ANC

Después de que al principio de año Feliu saliera derrotada en la votación al Secretariado Nacional para poner en marcha el grupo de trabajo que estudiara todas las posibilidades, este finalmente se ha puesto en marcha el pasado mes de diciembre para recoger los posicionamientos de los secretarios nacionales y de las asambleas de la base de la entidad. Lo conforman cuatro cargos orgánicos y secretarios nacionales de las últimas comisiones con cuatro objetivos: desarrollar los principios de la lista cívica, implementar una web, elaborar el código ético y una carta de compromiso político que exige levantar la Declaración Unilateral de Independencia. Desde la ANC han pedido reiteradamente a los partidos políticos que lo hagan y ha chocado reiteradamente con su rechazo. Sin ir más lejos, el president de la Generalitat Pere Aragonès advirtió Feliu que nada es tan fácil como lo planteaba y que una DUI no serviría por nada en este contexto si no iba acompañada de un reconocimiento internacional. Aragonès también ha criticado que la ANC se plantee poner en marcha una lista cívica para competir con el resto de partidos ocupando al conocido como cuarto espacio independentista: "Si la quieren presentar que la presenten, pero no es lo que más conviene", concluyó al día siguiente de la manifestación de la Diada, cuando Feliu pidió a ERC y Junts que si el PSOE no aceptaba convocar un referéndum, provocaran una repetición electoral.

El president de la Generalitat no es el único que ha mostrado su oposición a esta lista cívica, sino que lo han hecho miembros de la misma entidad. Primero fue la rama gerundense de la ANC, que critica que querer impulsarla, supone anular algunos de los rasgos que ha caracterizado la entidad desde que nació, como la pluralidad o el compromiso de no participar en elecciones políticas. Miembros de la dirección de la Assemblea ya han dejado claro que no serán ellos quienes la encabecen, ya que no es su rol, pero esta explicación no convence en la ANC de Girona. En su comunicado insistían en que la entidad tiene que ser la casa de independentistas de todos los partidos y que por eso la ANC no puede posicionar por una opción electoral concreta, como sería la lista cívica que ahora promueven. Más recientemente, esta opción también ha sido criticada por los secretariados locales de Sabadell y Terrassa, entre comentarios negativos por falta de democracia interna. En un comunicado, lamentan que el Secretariado Nacional aprobara al principio de diciembre la creación de un grupo de trabajo para desarrollar el proyecto de la lista cívica "sin que se haya todavía votado a favor de ella por parte de los asociados". "Valga la comparación: es como si una pareja decide que se pone a preparar su boda antes de decidir casarse", ironizan en este comunicado, crítico con la dirección nacional de la entidad.

Ponsatí, dispuesta a "contribuir"

Aunque el proyecto de la ANC para crear una lista cívica está avanzando, no sin críticas dentro de la misma Assemblea, para ocupar este cuarto espacio independentista, especialmente después de que Junts se haya abierto a negociar con el PSOE en el estado, votando a favor de la investidura de Pedro Sánchez y llegando a otros acuerdos con los socialistas, todavía no se ha concretado y puede quedar frenado si los socios de la entidad así lo deciden. También es una incógnita quien podría liderar la lista. En este punto surge el papel de Clara Ponsatí, que en los últimos meses ha roto de forma evidente con Junts y Carles Puigdemont, criticando tan duramente como la ANC los pactos del partido con el cual se presentó a las elecciones europeas.

En una entrevista el pasado mes de noviembre, Ponsatí reivindicaba la necesidad de encontrar "nuevas herramientas", tanto políticas como electorales para "relanzar el independentismo", mostrándose dispuesta a "contribuir" en este sentido. Meses antes, también había opinado que el independentismo necesita ahora mismo nuevos partidos, ya que los tres que actualmente tienen representación en el Parlament de Catalunya, no satisfacen las expectativas de una parte del electorado. Así se pudo comprobar durante las últimas elecciones generales, cuándo las tres formaciones vieron reducida su representación en el Congreso, especialmente ERC que pasó de 13 a 7 diputados y la CUP que desapareció del hemiciclo después de perder a sus dos representantes. Durante las semanas de campaña electoral parte del movimiento independentista hizo un llamamiento a la abstención y también un grueso importante de los votantes perdidos optaron por otras formaciones en unas elecciones marcadas por el miedo a un gobierno de derecha y ultraderecha en Madrid y el llamamiento al voto útil.

Al Parlament "a golpes de látigo o a golpes de bandera"

Todavía hay otra persona decidía a presentarse a las próximas elecciones en el Parlament de Catalunya, Sílvia Orriols. Es la líder de Aliança Catalana y alcaldesa de la ciudad de Ripoll desde el pasado mes de junio, cuando el resto de partidos del consistorio fracasaron a la hora de llegar a un acuerdo para evitar que el partido de ultraderecha se hiciera con la alcaldía después de semanas de negociaciones. El pasado mas de julio, publicó un tuit en las redes sociales donde dejaba clara cuál era su intención: que el partido más votado en la ciudad en las elecciones municipales, obtuviera representación en el Parlament de Catalunya. "A golpes de látigo o a golpes de bandera, Aliança Catalana llegará al Parlament de Catalunya", escribió en X. Semanas después, en la cámara catalana se aprobó una moción que reclamaba a los partidos hacer un cordón sanitario para aislar al partido . Hasta que Orriols no fue alcaldesa, acompañaba todos sus mensajes del lema "Salvem Ripoll". Después de hacerse con la alcaldía, bajo la promesa de convertir la capital del Ripollès de nuevo en la "cuna de Catalunya", su emblema se ha transformado "Salvem Catalunya".

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