Crisis incipiente en la Assemblea Nacional Catalana. El debate por la opción de la entidad de impulsar una lista cívica en las próximas elecciones al Parlament de Catalunya han generado posiciones contrastadas entre el Secretariado Nacional. Eso aunque el mayo pasado, los socios de la ANC aprobaron con un rotundo apoyo del 96% la hoja de ruta para los años 2022-2023, el cual plantea como a punto destacado que la entidad impulse una lista cívica, "independiente de partidos", para defender la voluntad de los electores independentistas a los próximos comicios. En otras palabras, una cuarta candidatura que batallaría con ERC, Junts y la CUP, pero que en ningún caso sería un partido político. Sea como sea, el texto observación que "habrá que determinar los mecanismos democráticos necesarios para la composición de la lista cívica y, en cualquier caso, tendrá que ser ratificada por los socios".

Con la intención de iniciar todo este proceso, el Secretariado Nacional de la ANC (la cúpula dirigente, formada por 68 miembros) convocó un plenario extraordinario el pasado sábado centrado en la lista cívica. La intención de la reunión era crear un grupo de trabajo específico que empezara a trabajar una futura candidatura, "de acuerdo con las indicaciones de la hoja de ruta aprobada el mayo pasado", recordaba posteriormente la ANC en un comunicado. Pero la propuesta, impulsada por Dolors Feliu (que nunca ha escondido su apoyo a la lista) y Uriel Bertran quedó rechazada en una ajustadísima votación: 29 votos en contra y 28 a favor. Un reverso claro contra las intenciones de la misma presidenta.

Pero el debate no se ha quedado aquí porque ha venido acompañado de polémica. Josep Pinyol, miembro también del Secretariado Nacional publicaba este lunes un comunicado en el cual compartía el discurso que había querido hacer aquel sábado al plenario extraordinario, pero que no llegó a producirse. El motivo, según Pinyol, es que la Presidencia de la ANC "había retorcido los Estatutos" para "impedir" el punto de debate sobre la lista cívica, además de la enmienda a la totalidad que "un grupo de más de veinte secretarios y secretarias nacionales" presentaron a la propuesta de resolución sobre esta cuestión. En su prevista intervención, Pinyol cargaba contra la "visión estrecha" que había adquirido la ANC con la candidatura alternativa.

Y es en medio de esta crisis interna que ha llegado la primera dimisión en la cúpula de la entidad independentista. Según ha adelantado elMón, y ha podido confirmar ElNacional.cat, la secretaria nacional Mònica Batalla ha decidido "dejarlo" por diferencias. Las discrepancias con la dirección de la ANC no han sido el único motivo que han precipitado su salida, pero "han tenido que ver", según han informado fuentes conocedoras a este periódico.

Y es que, aunque la propuesta quedó rechazada, la entidad aseguró en un comunicado que el debate quedará abierto y "continuará a través de las comisiones, las asambleas territoriales y las bases, y a la hoja de ruta". Además, remarcan que serán los socios de la ANC los que "tomarán la decisión final sobre el impulso de la lista cívica". Una insistencia por parte de la cúpula, sumada a una manera de actuar que no ha satisfecho, ha acabado generando, pues, una cierta crispación entre los dirigentes.