El gremio de peluqueros ya salió para lamentar que el gobierno español decidiera permitir abrir las peluquerías por cuestiones higiénicas. Un razonamiento que, según el peluquero Josep Pons no se aguanta por ningún sitio, tal como explicó a El Nacional. Ayer, el presidente Pedro Sánchez retrocedió y dejó sólo la posibilidad de atender a aquellos que lo necesiten en sus domicilios.

La nueva medida sigue sin convencer a los expertos del sector. El Nacional ha hablado con el prestigioso peluquero Lluís Llongueras, una de las voces más autorizadas de este país en la materia: "Si no puedes ofrecer un servicio de restauración, menos el de una peluquería, sea en casa o en el centro": Llongueras calcula que el coronavirus los puede llevar a cerrar, como mínimo, durante veinte días pero prioriza evitar riesgos de salud para toda la población.

Por otra parte, los servicios a domicilio son un porcentaje muy reducido de las clientes y clientes que lo piden y considera que el grado de contagio y más si es por personas vulnerables sigue existiendo. No obstante, también aclara que desde el primer momento en sus peluquerías se estableció un protocolo estricto de mascarillas y guantes.

Con respecto al hecho de no lavarse el pelo durante unos días en los casos de aquellas personas que no puedan, Llongueras también envía un mensaje de calma: "No pasa absolutamente nada, la piel de la cabeza genera una grasa que incluso actúa de protección. Peligramos más si estamos expuestos y nos pasan cualquier microbio que lleven".

Con la experiencia de más de cincuenta años en las espaldas, Llongueras asegura que este tipo de crisis ya la ha vivido anteriormente y se muestra convencido de que el país saldrá adelante: "Recuerdo que la crisis de los misiles del 62 también fue muy fuerte o la Gran Depresión de la década de los 30, y aquí seguimos".