Supermercados, farmacias, quioscos, estancos y peluquerías. Estos son los establecimientos que no cierran según ha marcado el Gobierno después del decreto de alarma. De todos ellos, lo que más sorprendió del anuncio de Pedro Sánchez de anoche fueron las peluquerías. Sorpresa y a la vez indignación por parte de este colectivo. En declaraciones en este diario, Josep Pons, Presidente de Honor de la Asociación Internacional de Maestros Peluqueros Intercoiffure, constata la "reacción total y absoluta contra esta decisión por parte del gremio".

Pons claro está: "La decisión no se aguanta por ningún sitio" y se argumenta en tres puntos. De entrada, el Gobierno considera que ir a la peluquería es un bien de primera necesidad pero se contradice con que el IVA es del 21% y por lo tanto el impuesto no se adecua a este requerimiento: "En septiembre del 2012 pasamos de un IVA del 8% al 21% y ahora nos dicen que es de primera necesidad"?.

También constata que precisamente si esta apertura se hace por las personas mayores porque no se pueden lavar, son las que a la vez "no pueden desplazarse como personas de mayor riesgo a contraer el coronavirus", lamenta Pons. Además si abren y no viene nadie las pérdidas todavía serán mayores. Por eso, ya decidió, a criterio personal, cerrar sus peluquerías este sábado hasta nueva orden.

Y para acabar la preocupación higiénica: "Para no contraer el coronavirus nos piden estar a un metro y medio de distancia, los peluqueros normalmente no pasamos de los 10 centímetros respecto del cliente". Pons va más allá: "Así no podemos trabajar, podemos poner en riesgo a nuestro personal y depende de cómo, sólo podemos atender dentro del establecimiento a una sola cliente".

La crítica del sector de la peluquería va dirigida a la clase política: "Eso te demuestra la ignoràcia de los dirigentes aparte de que no tienen ni idea de cómo funciona la pequeña y mediana empresa". La respuesta exacta al número de peluquerías que abrirán, la sabremos mañana lunes.