Sin sorpresas. El consejo nacional de Junts per Catalunya, el senado del partido, ha aprobado (con el 93,36% de los votos) la convocatoria de la consulta que debe servir para que la militancia ratifique el acuerdo de la ejecutiva del partido, tomada por unanimidad desde Perpinyà, de romper las negociaciones y relaciones bilaterales con el PSOE, sea en el Congreso o en la mesa de Suiza. Lo ha hecho en una reunión del consejo nacional este martes por la tarde que se ha hecho de forma híbrida -con la ejecutiva presencial y el resto de consejeros virtualmente- y, ahora, pasa a las manos de la militancia de Junts, que podrá empezar a votar este miércoles a las 10h, mientras que el plazo terminará el jueves a las 18h.
De hecho, la pregunta es bastante clara: «¿Está de acuerdo con la propuesta de la dirección nacional de dar por finalizado el acuerdo de investidura con el PSOE ante los reiterados incumplimientos y compromisos?», con una simple respuesta de "sí" o "no". La dirección de Junts busca un resultado contundente que valide la ruptura con el PSOE, cerca del 86,16% de los apoyos de los más de 6.000 militantes que hace casi dos años validaron el llamado Acuerdo de Bruselas.
Sin relación con el PSOE a partir de ahora
La ejecutiva nacional de Junts se reunió en Perpinyà este lunes por la mañana para materializar la ruptura con los socialistas. Lo hicieron por unanimidad, en una reunión que duró poco más de tres horas y que contó con la participación de unos setenta miembros. Los motivos los expuso más tarde el propio president Puigdemont: "falta de confianza con el PSOE" e "incumplimiento de acuerdos alcanzados". De hecho, el president en el exilio enumeró una larga lista de pactos alcanzados en Suiza y que no se han materializado, como la oficialidad del catalán en la Unión Europea, la aplicación de la ley de amnistía, la delegación de las competencias en inmigración, la publicación de las balanzas fiscales, el bloqueo en el Congreso de leyes clave para sus alcaldes como la multirreincidencia u ocupaciones, la participación de Catalunya en organismos internacionales o la desclasificación de documentos de los atentados del 17 de agosto.
La ruptura de las relaciones supone, de facto, el fin de las reuniones entre el PSOE y Junts en Suiza y el fin del trabajo del mediador internacional, Francisco Galindo Vélez, después de una veintena de encuentros. Además, se corta toda vía de comunicación con los socialistas españoles, que conocerán el sentido del voto de Junts en el Congreso en cada votación. Puigdemont, sin embargo, evitó pedir la convocatoria de elecciones anticipadas y los de Junts a estas alturas descartan una moción de censura instrumental con PP y Vox.