El coronavirus frenó muchos planteamientos iniciales. Normalmente por "necesidad" y "compromiso", tal como pregonaba la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Uno de ellos era no aplicar la tasa turística a los visitantes durante el 2021. Se aprobó en un pleno en septiembre del 2019 con los comunes al frente de la iniciativa, junto con el PSC, Junts per Catalunya e Izquierda, que propuso este recargo. Con el estallido de la pandemia, el consistorio decidió retirarlo y ahora es el mismo gobierno de Colau que unilateralmente vuelve a rescatar el impuesto.

Será de forma simbólica si lo comparamos con la cifra prevista: 75 céntimos, se habían planteado 4 euros. Aunque podrá ser variable, ir en aumento o decreciendo, si la situación de la Covid-19 modifica las previsiones. Esta tasa tiene una fecha todavía no definida y su evolución será progresiva. Sin presentar un estudio, el concejal de Turismo, Xavier Marcé, ha reiterado que "se hará de común acuerdo con los agentes implicados". Pero la primera decisión, de imponer la tasa, no se ha tomado de esta manera.

Tasas progresivas

Se prevé que las primeras tasas se apliquen el mismo mes de enero del 2021 y la previsión son 75 céntimos iniciados, que pasarían al euro el 20221 y 2023 y al 1,25 euros a partir del 2024. De la tasa turística del 2019, el Ayuntamiento de Barcelona recibió cerca de 17 millones de euros. Para el 2020, la previsión de ingresos no se espera que llegue ni a la mitad. Teniendo en cuenta que la Covid-19 condiciona los desplazamientos, los datos de momento no hacen prever grandes cambios a corto plazo. Con fechas de ayer, el riesgo de rebrote baja a 172,87 después de mantenerse en 175 durante varios días. Por su parte, la velocidad de propagación sube a 0,99 y roza la barrera del 1. Eso quiere decir que una persona todavía puede contagiar otra y el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ha insistido con la necesidad en reducir este número para ir bien.

La última estrategia del gobierno Colau es fomentar desde Turismo de Barcelona que los españoles de fuera de Catalunya vengan de visita a la ciudad. Promover esta actividad a pesar de pedir alternativas económicas por la ciudad que todavía no ha presentado ninguno. Para dar confianza en los mercados internacionales, también reclama que el Gobierno de Pedro Sánchez facilite la instalación de controles PCR en los puntos de salida de sus aeropuertos.