El debate sobre la amnistía podría castigar mucho a Pedro Sánchez y sus aspiraciones electorales. El CIS ha publicado este miércoles un barómetro en el que recorta la distancia entre el PSOE y el PP a menos de un punto, por mucho que los socialistas se mantengan en la primera posición en los cálculos del Centro de Investigaciones Sociológicas. En el barómetro publicado hace un mes, la distancia entre los dos principales partidos españoles era de 1,8 puntos; y este martes esta distancia se ha rebajado a solo cuatro décimas. Paralelamente, este sondeo reubica a Esquerra Republicana por delante de Junts per Catalunya. La formación de Gabriel Rufián conseguiría el 1,9% de los votos; mientras que la formación capitaneada en Madrid por Míriam Nogueras se llevaría el 1,3% de los apoyos.

 

El barómetro publicado por el CIS, no obstante, deja una tímida buena noticia para Pedro Sánchez: amplía la distancia entre Sumar y Vox en favor de Yolanda Díaz. Este sondeo sitúa el partido de la vicepresidenta segunda del Gobierno como tercera fuerza más votada en unas nuevas elecciones, con el 12,7% de los votos; más de dos puntos por encima del partido liderado por Santiago Abascal. La extrema derecha de Vox queda relegada a la cuarta posición, con el 10,1% de los votos. Paralelamente, Bildu continuaría como la formación favorita para los vascos que optan por candidaturas nacionalistas. La izquierda abertzale superaría al PNV otra vez (0,9% contra 0,8%). El BNG también conseguiría el 0,8% de los votos. Y, curiosamente, el PACMA sería la séptima fuerza más votada en el Estado, con el 1% de los votos.

Las encuestas para este barómetro se han realizado a principios de este mes de octubre. Es decir, la amnistía no solo hacía días que ya estaba en el centro del debate público, sino que el mismo Pedro Sánchez ya había hecho declaraciones encaminadas a allanar el camino a la exoneración de independentistas. El escenario, por lo tanto, era el siguiente: ya había fracasado la investidura de Alberto Núñez Feijóo para convertirse en nuevo presidente del Gobierno, y la pelota ya estaba en los pies de Pedro Sánchez. Durante los primeros 12 meses de octubre, la actualidad política se centraba en la amnistía y la autodeterminación, por la exigencia de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana para mantener al líder socialista en la Moncloa.

A principios de mes, el presidente del Gobierno allanó el camino a la amnistía reivindicando "el acierto" de indultar a los presos políticos, y apeló a "la hora de la política, del compromiso con el país y la generosidad". Prometió, también, seguir gobernando el país —si consigue la mayoría necesaria en el Congreso— teniendo en cuenta "la pluralidad del parlamento" y la "diversidad de la nación". Ahora bien, Sánchez rechazó de lleno celebrar ningún referéndum de autodeterminación en Catalunya que pregunte a los catalanes sobre la independencia de su país.

Días más tarde, pero también a principios de octubre, Sumar anunció que presentaría su propuesta de ley de amnistía. Una vez este informe jurídico ya fue avanzado por ElNacional.cat y El Periódico, el presidente del Gobierno reaccionó a él. Dejó bien claro que la propuesta del partido de Yolanda Díaz no es la misma que la del PSOE, pero mantuvo bien abierta la puerta a sacar adelante una ley de amnistía. Es más, en una conversación informal con periodistas, el líder socialista aseguró que su partido presentaría su propuesta cuando el resto de formaciones políticas hicieran la suya.

Segundo barómetro del CIS desde el 23-J

En el último barómetro del CIS, publicado hace un mes, el instituto sociológico situaba al PSOE como claro ganador de unas nuevas elecciones generales. El organismo presidido por el socialista José Félix Tezanos colocaba el partido de Pedro Sánchez casi dos puntos por encima del PP (33,5% contra un 31,7% de los votos). Y también pronosticaba un empate entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana en porcentaje de apoyo en las urnas. Era el primer barómetro que se publicaba desde la celebración de las elecciones generales del 23-J, después de haber pasado todo el mes de agosto de resaca postelectoral, y a las puertas de que el Congreso de los Diputados tumbara la investidura de Alberto Núñez Feijóo como presidente del Gobierno.

 

Además, Electomanía hizo aquel 21 de septiembre un cálculo de reparto de escaños a partir de lo que preveía el CIS, y enviaba buenas noticias hacia Ferraz. El portal concluía que, con aquel sondeo en la mano, el PSOE dejaría de necesitar a Junts per Catalunya en la aritmética parlamentaria, y que Pedro Sánchez podría mantenerse en la Moncloa sin tener que convencer a Carles Puigdemont.