Los consejeros|consellers Gordó, Villa y Monte a la reunión de la ejecutiva de CDC / CARLES BAHÍA

Convergència ha decidido cerrar filas en torno a su líder Artur Mas. Esta ha sido la reacción que se ha producido en el comitè executiu del partido –previamente se ha reunido el secretariado permanente– después de que trascendiera que en la última reunión del Govern se habían escuchado voces críticas con la estrategia de la formación en las negociaciones con la CUP. Y, más en concreto, con la propuesta de resolución que se votará el viernes o lunes y con la cual el Parlament da por iniciado el proceso hacia la creación del Estado catalán.

Durante la reunión, Artur Mas no ha asumido ningún especial protagonismo en un debate que acostumbra a conducir el coordinador general del partido, Josep Rull. Pero el ademán serio del presidente no ha pasado desapercibido para los asistentes. De hecho, según algunos de los presentes, Mas ha evitado de manera expresa y evidente entrar en la polémica sobre las filtraciones.

Dura intervención de Rull

Ha sido Josep Rull quien se ha encargado de abrir la reunión con una intervención muy dura, según ha sabido El Nacional, donde ha llegado a hablar de deslealtat de algunos miembros del Govern que, según su opinión, han provocado un gran daño a CDC y al president.

El conseller de la Presidència, Francesc Homs, había expresado el malestar públicamente antes de acudir a la reunión en una entrevista a Catalunya Ràdio donde ha afirmado que el president tendría que destituir a los autores de las filtraciones.

Esta misma irritación ha dominado las intervenciones de los miembros del comitè –en algunos casos encendidas. Ha sido tan así, que el protagonismo que ha asumido esta polémica incluso ha pasado por encima del análisis del contenido de la propuesta de resolución que debatirá el Parlament y de la estrategia negociadora de CDC. Ha sido un debate intenso, según ha reconocido públicamente la formación. Ha permitido escuchar desde voces que dan apoyo con entusiasmo al posicionamiento del partido expresado en la propuesta de resolución, hasta dirigentes más preocupados con la complejidad del momento y que han expresado su confianza con reservas.

Intervenciones de consellers

Han tomado la palabra a lo largo de la reunión consellers como Felip Puig (Empresa i Ocupació), Germà Gordó (Justícia) o Jordi Jané (Interior). Todos ellos han rechazado con contundencia la filtración, especialmente aquellos que hasta ahora se habían expresado públicamente de manera crítica con las negociaciones con la CUP. Se ha mantenido en silencio otra de las voces reticentes, Santi Vila (Territori i Sostenibilitat), mientras que el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, no estaba presente en reunión en la sede de CDC.

La conclusión del debate ha sido de cierre de filas, según coinciden en asegurar de manera muy mayoritaria los participantes en el comité consultados. Hasta el punto que la portavoz del partido no ha dudado en hablar de un posicionamiento "unánime", aunque no se ha registrado ninguna votación.

De hecho, la contundencia de la opinión convergente ha quedado reflejada con el “no habrá ningún paso atrás” con que Marta Pascal ha respondido durante la rueda de prensa posterior a las preguntas sobre los movimientos del PP ante el Tribunal Constitucional para frenar la propuesta de resolución.

Homs i Cuminal

Por otra parte, Francesc Homs ha planteado ante el comité del partido su candidatura a encabezar las listas de CDC para el 20D. Asimismo, el diputado Jordi Cuminal ha sido elegido director de la campaña. A diferencia del 27S, CDC y ERC concurren en solitario en la contienda electoral, si bien con objetivos programáticos comunes.

Convergència plantea esta campaña, según se ha explicado ante su dirección, con voluntad de reivindicar el propio discurso y lo que representa la formación. De hecho, aunque no se descarta incorporar nombres de independientes, y a diferencia de ERC, la voluntad es que el peso de las listas recaiga sobre rostros del partido.