Los presupuestos del Estado han encontrado su salvavidas en el País Vasco. Por ahora, las formaciones independentistas catalanas no han conseguido avances con el Gobierno. Junts y la CUP ya han anunciado enmiendas a la totalidad, mientras que ERC está a la espera. Una percepción muy diferente de la que llega, por ejemplo, del nacionalismo vasco. Esta misma mañana, EH Bildu ha anunciado que hay “feedback positivo” con el Ejecutivo central y que no obstaculizarán las cuentas públicas. Después se ha sumado el PNV, que también ha descartado la enmienda. De esta manera, la Moncloa no tendrá que sufrir por la tramitación y podría prescindir de los votos de ERC, a quien paradójicamente considera un “socio prioritario”.

En una entrevista en Euskadi Irratia, la portavoz abertzale en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha anunciado que no presentarán la enmienda a la totalidad “con el objetivo de dar continuidad a las conversaciones de las últimas semanas”. En este sentido, ha asegurado que “las negociaciones van por el buen camino” y que esperan encontrar puntos de encuentro en las próximas semanas. “De momento estamos recibiendo un feedback positivo: tenemos una interlocución y un intercambio estable y continuo. Se ha priorizado la ventana de negociación abierta”, ha asegurado. Eso sí, de momento solo facilitan la tramitación y debate. Aizpurua ha querido subrayar que esto no es un “cheque en blanco” y no quiere decir que la Moncloa tenga su apoyo asegurado. “El Gobierno tendrá que ganar nuestros votos”, ha concluido la portavoz de EH Bildu en el Congreso.

Después ha sido el portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien en rueda de prensa ha confirmado que no presentarán enmienda a la totalidad porque han alcanzado un acuerdo para la “gestión íntegra” del ingreso mínimo vital, como ya habían acordado en el pasado. Sin embargo, ha avisado de que ahora se abre una “nueva etapa de negociación” y que el acuerdo final “todavía está lejos”. Pero ven “voluntad de cumplir” y lo encaran con “cierto optimismo”

En este contexto, al Gobierno le saldrán los números, incluso prescindiendo de los trece diputados de ERC. A la ecuación hay que sumar a los cuatro diputados del PDeCAT, que también han decidido no obstaculizar las cuentas españolas.

¿Y los catalanes?

Una situación muy diferente a la que están viviendo las formaciones independentistas catalanas. Ayer por la tarde, tanto Junts como la CUP ya anunciaron y registraron sus respectivas enmiendas a la totalidad, y esta mañana se ha reunido la ejecutiva de ERC para tomar una decisión al respecto, ante la falta de avances. El PDeCAT es la única formación independentista catalana que no ha presentado enmienda a la totalidad. Ya lo acordó hace dos semanas, alegando que querían una “vía constructiva de diálogo” y no hacer un frentismo que “no aporta nada” a Catalunya.

Todavía hay margen

A pesar de todo, todavía queda una semana de posibles negociaciones. El debate a la totalidad en el Congreso empezará el miércoles al mediodía y no será hasta el jueves, una vez hayan intervenido todos los grupos, que se votarán las enmiendas a la totalidad. La votación final, que decidirán si las cuentas se tramitan o son devueltas al Gobierno, requerirá mayoría simple, es decir, más síes que noes.