En las elecciones municipales de 2019 ERC se quedó a 500 votos de ser la fuerza más votada en Tarragona, uno de las bastiones del PSC, con quien los republicanos empataron en número de concejales. Aquel resultado histórico les sirvió para expulsar a los socialistas tras de décadas gobernando. ERC llegó a la alcaldía, con Pau Ricomà, gracias a una alianza con los comunes, JxCat y la CUP. Exactamente la misma fórmula que ahora aspira a exportar al Palau de la Generalitat. Los republicanos han hecho parada este martes en Tarragona para exhibirla como la prueba de que "es posible" poner de acuerdo a Junts y comunes a pesar de los vetos cruzados.
Pere Aragonès durante el míting en Tarragona. / Marc Puig
El mismo día que ERC ha arrancado el compromiso del gobierno del PSOE y Podemos de convocar la mesa de negociación entre Catalunya y el Estado inmediatamente después de las elecciones del 14 de febrero -con el escepticismo manifiesto de Junts y CUP- su cabeza de lista ha subido el tono contra el PSC.
Primero, afirmando que lo mejor de lo que representó en su día el PSC "hoy está en ERC". Y después para asimilar Salvador Illa a Inés Arrimadas. De hecho, lo ha definido como "el Arrimadas de 2021".
Ya hace días que Aragonès viene advirtiendo de que el candidato de los socialistas lo es también de todos los partidos que dieron apoyo al 155. Hoy ha ido un paso más allá, acusándolo de "asumir el programa de Cs para acabar teniendo el apoyo de VOX para llegar a la presidencia de la Generalitat".
El vicepresident ha alertado de que un gobierno del PSC puede suponer una amenaza para la inmersión lingüística y el modelo de escuela catalana y ha trazado una línea roja. "Eso no lo podemos permitir".
Los "chamanes del independentismo mágico"
Uno de los platos fuertes de la noche ha sido la intervención del número cuatro de la lista de ERC por Tarragona, que ha sido diputado del PSC esta legislatura. Carles Castillo ha explicado que si ha hecho el cambio es porque "no hay ninguna alternativa entre defender el status quo actual y la independencia" y ha elevado el tono contra los que acusan a ERC de renunciar a la República.
Haber fichado a un exsocialista, ha dicho, "no hace a ERC menos independentista, la hace más grande". Por eso ha espoleado a los republicanos a no dejar que "nadie os dé lecciones de nada". "No podemos permitir que chamanes del independentismo mágico nos hagan encoger", ha rematado.
Carles Castillo, exdiputado socialista, ahora número 4 de la lista de ERC. / Marc Puig
Forcadell y Bassa entran en escena
La concesión del tercer grado a los presos independentistas coincidiendo con el arranque de la campaña ha sido un auténtico revulsivo para Esquerra Republicana. Sobre todo, por haber podido recuperar a su líder, Oriol Junqueras, que ha insuflado los cuadros del partido de moral ganadora, después de que las últimas encuestas les hayan aguado los pronósticos de una victoria cómoda y holgada.
Pero aparte de Junqueras, los republicanos cuentan todavía con tres pesos pesados que, hasta hace una semana, tenían prohibido participar en mítines. Se trata de Raül Romeva, que ya debutó el viernes pasado en Badalona, y Dolors Bassa y Carme Forcadell, que todavía no han entrado en campaña. Su reaparición será este miércoles al mediodía, en un mitin en la Plaza Sant Jaume de Barcelona. Será un acto sobre mujeres y feminismo.
En la imagen principal, Pere Aragonès saluda al público con el símbolo de victoria. / Marc Puig