La Assemblea Nacional Catalana (ANC) iniciará una recogida de firmas con el objetivo de llevar la "represión constante" hacia el independentismo ante|delante de la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, y de las instituciones europeas.

Lo ha explicado en una rueda de prensa este miércoles la coordinadora de la Sectorial de Personas Represaliadas de la ANC, Elisenda Romeu, que ha considerado "muy importante hacer presión a la Unión Europea y al Estado español". "Hay tres generaciones vivas de personas que están represaliadas y eso no puede ser", ha criticado, ya que algunas ya lo fueron durante el franquismo y ahora vuelven a vivir situaciones similares, ha afirmado.

La iniciativa pretende duro el caso catalán en la Comisión Europea y en el Consejo Europeo, ha detallado a Romeo, y denunciar ante la Delegación del Gobierno en Catalunya que "se están utilizando las mismas herramientas que durante el franquismo por represaliar al pueblo catalán".

Las firmas recogidas serán adhesiones a un manifiesto que exige la "libertad inmediata de todas las presas y los presos" y el retorno de los "exiliados y exiliadas políticas". Se reclama el archivamiento de todas las causas abiertas contra el movimiento independentista y el libre ejercicio de la libertad de pensamiento y de expresión, así como del derecho a la autodeterminación. Además, solicita una "investigación exhaustiva sobre la violación constante de los derechos fundamentales" en Catalunya por parte de un "órgano internacional independiente".

Suscriben la iniciativa, aparte de la ANC, la Comisión de la Dignidad, la Associació de Municipis per la Independència (AMI), la Coordinadora Anti-Represiva, el Colectivo Mar, Izquierda Castellana, Comité de Detenidos del 1 de Octubre en Madrid y la Red Anti-Represión de Familiares de Detenidas.

La dimisión de siete secretarios

A buen seguro que esta acción generará menos polémica que la anterior iniciativa acordada por la entidad, que provocó la dimisión de siete secretarios nacionales. Después de que la ANC acordara llevar a cabo una estrategia de fiscalización de los partidos independentistas durante las elecciones del 14-F, los siete miembros dejaron la organización porque querían ir más allá y dar apoyo explícito a formaciones que apostaran por la unilateralidad.