El gobierno italiano que preside Mario Draghi ha acogido con "alivio" la decisión de la justicia italiana de poner en libertad al president en el exilio, Carles Puigdemont, ya que se ha evitado "un caso internacional" después de su detención el jueves en el aeropuerto del Alguer (Cerdeña), según ha asegurado el diario la Repubblica.

"El sentimiento más común al gobierno al final del día es el alivio. La satisfacción por el hecho de que el asunto Puigdemont acabó en el transcurso de unas horas, con el reconocimiento de la legitimidad de una detención oficialmente decisiva en la autonomía de la policía de fronteras del Alguer," escribe en su artículo de portada. "Pero también con una renovada condición de libertad para el expresident de Catalunya que deja todos los escenarios abiertos, pero que sobre todo evita el estallido de un caso internacional", añade.

Puigdemont, que había viajado a Cerdeña para participar en un encuentro internacional organizado por la asociación Adifolk en el Alguer, fue detenido en su llegada al aeropuerto por la Policía italiana y conducido a una prisión de máxima seguridad en Sassari, hasta que el viernes el Tribunal de Apelación de esta ciudad le permitió salir.

El Tribunal consideró que su arresto se realizó de acuerdo con la ley, pero decidió dejarlo en libertad sin medidas cautelares ni restricciones de movilidad y lo ha convocado para el 4 de octubre para la vista en la cual se decidirá sobre su entrega o no a España. El jefe de la Oficina de Puigdemont ya ha confirmado que el president asistirá a la vista.

"El epílogo satisface a todo el mundo en el eje Roma-Madrid"

"Con Puigdemont esposado en Italia por petición de la justicia española, la estrategia de distensión ideada (por el presidente del Gobierno, Pedro) Sánchez para abordar la cuestión catalana ya había sido criticada. El epílogo del asunto, hoy por hoy, satisface a todo el mundo en el eje Roma-Madrid, también en el silencio de Palazzo Chigi (sede de la presidencia del gobierno) y de los ministerios de Justicia y Asuntos Exteriores, en primera fila para abordar el problema, señala la nota.

Ni el Ejecutivo italiano ni Exteriores han hecho hasta el momento ninguna declaración sobre el asunto y Justicia precisó este viernes, en un escueto comunicado, que no tenía "ningún poder de decisión" tanto en el arresto como en la posible entrega de Puigdemont a España, ya que se trata de una euroorden y por lo tanto es un procedimiento diferente al de una extradición. "El procedimiento está totalmente en manos de la autoridad judicial, tanto para la validación de la detención como para la decisión final sobre la entrega o no del detenido", indica la nota.

En opinión del diario, "Italia corría el riesgo de caer en la trampa de una historia jurídica compleja, así como de una relación controvertida entre el gobierno español y las instituciones europeas: de hecho, el Abogado del Estado ibérico había avalado la suspensión de la orden de detención ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo (al cual Puigdemont y otros compañeros independentistas habían recurrido la suspensión de la inmunidad decidida por el Europarlamento)". "El Tribunal de Apelación de Sassari, en suma, eliminó una patata caliente", concluye.

 

Imagen principal: el presidente del gobierno italiano, Mario Draghi / Foto: Efe