El presidente Carles Puigdemont ya está en libertad. La Corte de Apelación de Sassari ha decidido ponerlo en libertad sin medidas cautelares, y será libre para moverse por toda Europa. En la salida, el presidente ha sido acompañado por el presidente de Cerdeña, Christian Solinas, y el presidente de su Parlamento, Michele Pais. Puigdemont ha asegurado a los medios de comunicación: "España no pierde nunca la oportunidad de hacer el ridículo".

El procedimiento judicial sigue en marcha después de que el político independentista fue detenido estos jueves cuando viajaba al Alguer procedente de Bruselas. Entre esta tarde y mañana por la mañana está previsto que el juez haga pública su resolución. Sin embargo, la jefe de la oficina del presidente, Josep Lluís Alay, ha asegurado a los medios de comunicación que Puigdemont "asistirá al acto institucional que tenía previsto hoy en el Alguer".

Mantiene la agenda de actos

Durante su estancia en la isla italiana, y una vez puesto en libertad, se reunirá con las máximas autoridades del Alguer y de Cerdeña, visitará la Corona de Logu (Asamblea de alcaldes y concejales independentistas de Cerdeña) y se reunirá con representantes de los partidos sardos, a quien agradecerá su apoyo al derecho de autodeterminación de Catalunya y la denuncia que han hecho contra la represión del estado español desde el Primero de octubre de 2017.

Las contradicciones de Llarena

Antes de que la Cort tomara su decisión, el juez instructor Pablo Llarena ha hecho llegar la euroorden vigente desde el 2019. No obstante, la euroorden de Llarena entra en contradicción con el pronunciamiento del Tribunal General de la UE que aseguró que no había posibilitado de riesgo inminente de Puigdemont, pero también con el Abogado del Estado que hizo llegar un escrito en el TGUE en este mismo sentido.

De hecho, miembros de la defensa de Puigdemont apuntan que la fiscalía habría expresado dudas sobre la legalidad de la euroorden del juez Pablo Llarena. La previsión era que Puigdemont declarara este mediodía a través de videoconferencia. Sus abogados habían pedido que la declaración se aplazara para dar tiempo al juez para estudiar toda la documentación.

La detención

El viaje a Italia en avión transcurrió con absoluta normalidad, pero las personas que esperaban en Puigdemont se dieron cuenta de que pasaba alguna cosa extraña. No es la primera vez que se encuentran. Josep Alay, objeto también de una intensa persecución judicial por su papel al procés, acompañaba Puigdemont cuando fue detenido en Schleswing-Holstein en el 2018.

Les llamó la atención la actitud de dos policías uniformados. Acto seguido aparecieron numerosos agentes vestidos de paisano. Con posterioridad, fuentes de las autoridades del Alguer informaron de que los policías provenían de Roma. También, se apuntó que entre los agentes presentes en el aeropuerto había policía española. No obstante, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha desmentido este extremo. Por su parte, el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, puso en cuestión el control que el gobierno de Pedro Sánchez tiene sobre este asunto.

Puigdemont y su acompañante fueron informados por las personas que los esperaban en el aeropuerto sobre la inusual presencia policial. Los dos sabían los movimientos que había antes de salir del avión. Por eso no los cogió por sorpresa cuando se encontraron a la policía esperándolos en la puerta. Allí mismo se les identificó y se lo llevaron en la comisaría del aeropuerto.

Imagen principal: Carles Puigdemont abandonando la prisión - Junts per Catalunya