Esta semana ha sido pródiga en las bolsas, que han vivido un rally generalizado gracias a la estabilización de la economía china, con un repunte de sus exportaciones del 18,7% en el primer trimestre, lo que ha despejado el temor a una recesión global, al alza el dólar y a la recuperación de los precios del petróleo hasta un entorno de los 44 dólares. Pero los beneficios de las empresas no mejoran y ello hace temer que los avances de estos días se pierdan entre rachas de volatilidad. La caída de la inversión global está detrás de este pesimismo del que tampoco se sustrae el FMI.

Según Morgan Stanley, los resultados empresariales en Europa van a caer un 5% a causa de la debilidad del crecimiento. Los principales institutos de análisis económicos de Alemania, como el IFO y el DIW, señalan que los principales impulsos de su economía están en el consumo interno. Y advierten que “la industria se muestra reservada de cara a nuevas inversiones en equipo”. Ese escepticismo provendría de la situación de debilidad de la economía global.

Para la sociedad de bolsa Kock Bank, “los analistas son crecientemente escépticos respecto a los esfuerzos del presidente del BCE, Mario Draghi, para lograr que las empresas gasten en crecimiento, Estos analistas prevén que las compañías del Eurostoxx 600 gasten un promedio cada una de 19 millones de euros en 2016, el pronóstico más bajo en seis años”. Y agrega: “las direcciones generales de estas compañías tratan de rehuir de la reinversión en sus propios negocios. Lejos de ello, buscan reforzar sus balances o tentar a los accionistas con adquisiciones o recompra de las propias acciones”. La reluctancia a invertir es, en su opinión, un síntoma de la erosión de la confianza hacia el crecimiento económico.

JP Morgan, el primer banco americano, dio a conocer sus resultados del primer trimestre, que mostraban un descenso del 7%

Esta semana, JP Morgan, el primer banco americano, dio a conocer sus resultados del primer trimestre, que mostraban un descenso del 7%. Pero su dirección acompañó esta información con la indicación de una operación de recompra sus propias acciones, lo que llevó a Wall Street a sus máximos anuales. El resto de los pesos pesados de la finanza, Bank of America, West Fargo o Blackrock también mostraron retrocesos en sus beneficios, que atribuyeron a los bajos tipos de interés y al petróleo.

Hug Tran, director del Instituto de Finanzas Internacional (IIF), considera que la caída mundial de los beneficios empresariales se debe al pobre crecimiento de la productividad, de una demanda débil y al poco poder de fijar precios a la vista de la caída global de la inflación. “En el pasado, si una empresa tenía un mal comportamiento doméstico, podía recuperarse y compensarlo con inversión en el extranjero, hoy ya no.”

En las jornadas de estos días en Washington, Maurice Obsfield, del FMI, ha señalado que “el proceso de reequilibrio en China ha reducido perceptiblemente el crecimiento de la inversión mundial”, que, en su opinión, “sigue siendo floja”.

Los expertos de Beka han advertido que los avances en bolsa de estos días han sido prematuros

Los expertos de Beka han advertido que los avances en bolsa de estos días han sido prematuros al no estar acompañados de una mejora de los beneficios y que habrá que esperar más para saber si están justificados.

Si el escepticismo proviene  de la ausencia de una apuesta por el crecimiento en forma de inversión, hay que decir que ya hay quien ve rayos de esperanza, como es el caso de Morgan Stanley, que percibe “un incremento de capex” (inversión) en EE.UU. acompañando el aumento del empleo y de la ampliación de las plantillas, lo que lleva a la America INC a buscar nuevas vías de competitividad.