Tal día como hoy del año 1688, hace 337 años, en Chesterfield (condado de Derby-Inglaterra); un grupo de representantes de la sociedad inglesa, formado por los mercaderes y armadores Henry Sidney, Edward Russell, y Thomas Osborne (este último, también funcionario real y conocido como Lord Danby); los militares y políticos William Cavendish —duque de Devonshire y anfitrión del encuentro—, Francis Talbot —conde de Shrewsbury— y Richard Lumley; y Henry Compton, obispo anglicano de Londres, se reunían clandestinamente para trazar el plan de destronamiento del rey Jaime II, que pretendía implantar un régimen católico y absolutista en Inglaterra. Posteriormente, este grupo de representantes sería conocido con el apodo de "los Siete Inmortales".

El rey Jaime II y VII de Escocia era hijo del rey Carlos I (decapitado en 1649 durante la Revolución de Cromwell) y de Enriqueta de Francia (hermana de Luis XIII de Francia y muerta en 1669 por una sobredosis de materiales pesados que tomaba para rejuvenecer). Pero sucedió en el trono a su hermano mayor Carlos II, que murió en 1685 sin descendencia legítima. Jaime II se inspiró en el modelo político que su primo-hermano Luis XIV había implantado en Francia. Enseguida chocó con el mayoritario partido Whig (las clases mercantiles y la baja nobleza, anglicanas y defensoras del poder del Parlamento), rompiendo el frágil equilibrio pactado después de la fracasada Revolución de Cromwell y la restauración de la monarquía (1651).

En aquella reunión se decidió derrocar a Jaime II y situar en su lugar a su hija María —del primer matrimonio con Anne Hyde—, casada con Guillermo d'Orange —stadhouder (una especie de presidente vitalicio) de los Países Bajos independientes—. En la toma de aquella decisión se prescindió de la figura de Jaime —hijo varón del segundo matrimonio con María de Módena, que había nacido pocas semanas antes y que con el transcurso del tiempo se convertiría en el líder de la facción, pretendidamente legitimista, llamada jacobita. Pasadas unas semanas de la reunión de Chesterfield, María y Guillermo desembarcaban en Inglaterra, con material para armar un ejército de 20.000 efectivos, y el 11 de diciembre de 1688 Jaime II era derrocado y expatriado.

Jaime II se expatrió a París, protegido por su primo-hermano Luis XIV. Las dos únicas hijas supervivientes del primer matrimonio, María —que se sentaba en el trono— y Ana —que años más tarde sucedería a su hermana y su cuñado y sería partidaria de Catalunya en la Guerra de Sucesión—; se quedaron en Londres. Sin embargo, en cambio, su segunda esposa, María de Módena, y su único hijo superviviente Jaime —futuro pretendiente jacobita— lo acompañaron en la expatriación. También la acompañó su amante, Arabella Churchill, y los cuatro hijos de ambos: Henrietta, Henry, Arabella y James —futuro duque de Berwick y el carnicero al servicio de Luis XIV y de Felipe V que devastaría el País Valencià y Catalunya durante la Guerra de Sucesión (1705-1714/15).