Objetivo cumplido en el estadio Luzhnikí de Moscú. Francia y Dinamarca han perpetuado el primer empate sin goles del Mundial de Rusia 2018 y las dos selecciones han sellado su clasificación para los octavos de final (0-0). Ha sido un pacto de no agresión porque el empate beneficiaba a los dos combinados nacionales.

Francia tiene el físico

Francia es pura velocidad y calidad, pero esta vez contra Dinamarca, con el liderato del Grupo C en juego, también ha sido el turno del músculo. Didier Deschamps ha apostado por los cambios, por dejar en el banquillo a Lloris, Umtiti, Pogba y Mbappé, y dar entrada a Mandanda, N'Zonzi, Giroud y Kimpembe. Francia ha aportado físico para combatir a la Dinamarca de Eriksen.

El doble pivote francés con el sevillista N'Zonzi y Kanté ha llevado equilibrio a uno de los favoritos para levantar la Copa del Mundo. Pero el partido ha sido trabado, sin espacios y con una selección danesa muy bien situada. La idea del combinado nórdico era de ser sólidos del medio del campo hacia atrás e intentar aprovechar los contragolpes.

Los protagonistas ofensivos por parte del combinado francés han sido Dembélé, siempre probando los disparos desde muy lejos, y Giroud, el único rematador en las áreas. Y en la banda danesa sólo aparecía Eriksen, la gran estrella propiedad del Tottenham.

Dinamarca tiene la defensa

Se ha echado de menos el brillo en los últimos metros. En un nuevo partido del Mundial se ha evidenciado que las grandes defensas son la clave para afrontar los partidos. Y Dinamarca lo ha sabido hacer muy bien durante los noventa minutos. Mucha calidad de los franceses y mucha predisposición atacante, pero sin recursos.

Dinamarca se ha vuelto a exhibir con solidez detrás. Tres partidos disputados en Rusia y sólo ha cedido un gol. Y contra Francia ha mantenido a su rival distanciado de su portería. Físico contra defensa y con un resultado esperado. Nadie quería arriesgar más de lo suficiente porque con un empate las dos selecciones pasaban a los octavos de final. Y así ha sido.

Como si fuera un pacto de no agresión, el empate a cero definitivo en el estadio Luzhnikí de Moscú ha sido el primer partido del Mundial sin goles. Más que por el resultado, se han confirmado las expectativas. Ni mucha polémica, ni muchas ocasiones ni mucho fútbol. Francia pasa a los octavos de final como primera de grupo y Dinamarca es segunda.