Como bien saben en Tesla, los coches eléctricos están llamados a ser lo coches de referencia del futuro. Modelos que, a diferencia de lo que ocurre hoy en día teniendo en cuenta que su cuota de mercado es aún muy menor, serán los que dominen las carreteras en los principales mercados a nivel mundial.

Eso sí, como ha ocurrido ya en otra ocasiones en los que la industria ha sabido ya que el cambio llegará tarde o temprano, no son pocas las marcas que están trabajando en diferentes escenarios para hacer del coche eléctrico un coche mejor en todos los sentidos.

No es que sea ningún secreto que, por mucho que la oferta de modelos de este tipo sea cada vez mayor y que ya todas (o casi todas) las marcas tengan al menos un modelo de estas características en su catálogo, los eléctricos tienen varios puntos en contra que de momento les están perjudicando.

 

Entre ellos, el hecho de que sean modelos más caros, el hecho de que las infraestructuras para su carga no están aún consolidadas en muchos países así cómo el hecho de que, al necesitar grandes baterías para poder igualar el rendimiento de sus homólogos con motores de combustión, su peso es mayor y su habitabilidad es menor.

No es fácil, y en Tesla lo saben muy bien, acabar con todos estos pequeños problemas, especialmente el del peso y el del espacio que ocupan las baterías. Por mucho que éstas sean cada vez mejores, siguen siendo un elemento que juega en contra de los eléctricos.

La marca china que apuesta por un chasis con las baterías incorporadas

De hecho fue Tesla la que hace ya unos años puso encima de la mesa la posibilidad de fabricar modelos en los que las baterías estuvieran ya incorporadas en el chasis del coche. Una idea que de momento no ha ido más allá en la marca de Elon Musk pero que, ojo, parece que sí que ha servido como fuente de inspiración para la marca de China Leapmotor.

Y es que este fabricante sí que ha seguido el hilo de esta idea, apuntando que contar con un chasis con baterías incorporadas ofrece hasta 5 puntos ventajas respecto a otros eléctricos: 20% menos de peso respecto a un chasis con baterías convencionales, incremento del 10% de la autonomía al aumentar el espacio para baterías en un 14,5%, la rigidez torsional del chasis aumenta un 25%, menos ruidos y vibraciones con el vehículo en marcha y un leve incremento del espacio interior (10 mm).

 

Eso sí, el principal problema de este sistema es saber qué ocurrirá una vez las baterías se acaben degradando y tengan que ser sustituidas, algo que teniendo en cuenta la capacidad tecnológica actual de los fabricantes, ocurre al cabo de unos 10 años de su fabricación y uso.

Teniendo en cuenta que la marca ha asegurado que está cerca de poder presentar su primer modelo con esta tecnología, es evidente que una posible revolución ha empezado. Y no llega desde Tesla.